ENTREVISTA EN JULIA EN LA ONDA

Eudald Carbonell: "Una especie imbécil elige líderes imbéciles"

El arqueólogo, paleontólogo y geólogo Eudald Carbonell ha sido uno de los tres directores del yacimiento de Atapuerca: hoy, el científico visita los micrófonos de 'Julia en la Onda' para hablar del pasado (y del futuro) de la humanidad, recordando algunos hitos de su carrera.

ondacero.es

Madrid | 15.02.2024 19:34

El corazón de Burgos alberga uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del mundo: Atapuerca, donde hace ya más de dos décadas se descubrió una especie nueva de homínido que permitió comprender mejor el origen de nuestra especie. El "triunvirato" que ha dirigido las excavaciones desde el año 78 ha estado compuesto por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, que hoy ha visitado los micrófonos de 'Julia en la Onda' para hablar de su trayectoria en esta importante excavación.

"La vida tiene muchas más cosas, y tengo que aprovecharlas aún", Carbonell ha decidido jubilarse, y ha indicado que sus colegas también abandonarán pronto la dirección de las excavaciones para dar paso a otros miembros del equipo: "La investigación es una carrera de relevos", ha afirmado el arqueólogo, que opina también que "la ciencia no tiene que tener personal fijo, tiene que tener descendencia".

Comienzos duros pero divertidos

A día de hoy, Atapuerca es reconocido como uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del globo, si bien la relación entre las administraciones y los impulsores de este proyecto de investigación no ha sido siempre buena. Con todo, Carbonell recuerda con cariño los tiempos en los que comenzaron las investigaciones en este yacimiento de Burgos.

"Nos divertíamos. Éramos jóvenes, tenemos una gran ambición de conocimiento y trabajo y nos divertíamos", ha explicado el arqueólogo, que ha denunciado la falta de medios y reconocimiento a la que él y sus colegas se tuvieron que enfrentar al arrancar las excavaciones: "Aprendes a batallar de muy joven para que no te engulla el propio proceso", ha declarado el veterano paleontólogo.

El hallazgo de una nueva especie

Sin embargo, Carbonell entiende que los medios fuesen limitados en "un país que salía del subdesarrollo a todos los niveles" a finales de los años 80. Sin embargo, el mayor hito vivido en el yacimiento tuvo lugar el 8 de julio de 1994: "La alegría de ese descubrimiento fue una cosa única que he sentido muy pocas veces en mi vida", ha afirmado el arqueólogo, refiriéndose al hallazgo de los dos dientes humanos que permitieron descubrir la especie del Homo Anteccesor - no "antecesor", sino "explorador", según Carbonell.

El arqueólogo ha recordado la alegría colectiva que trajo consigo el hallazgo de esos dos dientes: "Se montó una juerga tremenda", ha explicado Carbonell, que ha confesado: "A medio día ya estaba bastante inconsistente, porque había bebido bastante para celebrarlo".

Con una cierta sorna, Carbonell ha recordado como esta investigación obtuvo resultados antes que otra similar iniciada por científicos ingleses: "Les dimos la patada en el culo", ha bromeado el paleontólogo, que ha añadido: "Estaban fardando mucho de que tenían los restos más antiguos".

¿Cómo era el Homo Antecessor?

Este Homo Antecessor, en palabras de Carbonell, es la "tía" de los Neandertales y los Homo Sapiens, y se estima que habitaron la tierra hace 880.000 o 900.000 años. Esta especie llamó mucho la atención en la comunidad científica por combinar "un frontal muy huidizo, antiguo" con "una cara maravillosa, moderna, como la nuestra". "La modernidad que entendemos sobre el género homo empieza con esta familia", afirma Carbonell, que reconoce que a la comunidad no le hizo especial ilusión descubrir que esta especie en Atapuerca practicaba el canibalismo.

"No sabemos si una especie se comió a otra o se comieron distintos miembros de distintas comunidades", ha explicado el arqueólogo, que maneja varias hipótesis sobre las prácticas caníbales del Homo Antecessor: "Era más un comportamiento de tipo cultural que gastronómico", afirma el arqueólogo, que achaca esta práctica a competencias por el territorio. En su entrevista, Carbonell ha recordado también el hallazgo de "Miguelón", uno de los cráneos humanos antiguos en mejor estado de los que se conservan el mundo.

En su entrevista, Carbonell también ha destacado la importancia crucial que tuvo la visita que realizo en los años 90 el príncipe Felipe a la excavación: "Poco después recibíamos el Príncipe de Asturias", ha explicado el arqueólogo, que afirma que la exposición de la corona revitalizó el proyecto. "La Corona en este sentido ha tenido un papel muy relevante", ha señalado el arqueólogo, miembro de la Fundación Atapuerca, presidida con honores por la Reina Sofía.

El futuro de la humanidad

Durante su intervención en 'Julia en la Onda', Eudald Carbonell también ha tenido tiempo para hablar del futuro de la especie humana: el arqueólogo ya trató esta cuestión en el documental , que trata temas como el riesgo de colapso o los peligros de la globalización. "Eudald, ¿cuánto tiempo nos queda?"

"El principio de esperanza es el único principio que le puede quedar a una especie imbécil como es la especie humana", ha aseverado el arqueólogo, que satiriza afirmando que "cada vez los imbéciles se reproducen más rápido", y que "una especie imbécil elige líderes imbéciles": con estas palabras, el paleontólogo ha criticado los discursos negacionistas de la ciencia que están empezando a proliferar cada vez más. "La ciencia es la única razón objetiva para saber que tenemos que hacer en el futuro en el planeta", ha aseverado Carbonell.

El arqueólogo, en este sentido, considera que debemos "abortar la globalización" para "apostar por la planetización". "La planetización contiene la diversidad específica", afirma Carbonell, que explica: "Tenemos que volver a generar diferencias que nos ayuden a recordar para cuando la memoria del sistema se vaya borrando".

El profesor señala que, en un futuro, convivirán en nuestro planeta los homo sapiens con otras tres especies procedentes de esta: los humanos genéticamente modificados, los humanos fabricados en un laboratorio y el resto de seres que sea posible crear mediante la biociencia. Al hablar de la convivencia entre estos cuatro géneros humanos, Carbonell apuesta por la "multiconciencia", por un gobierno y mandato conjunto entre las distintas especies.