El 30 por ciento de las consultas oftalmológicas están relacionadas con el ojo seco. En España más de 5 millones de españoles y unos 100 millones en todo el mundo sufren este trastorno que puede llegar a afectar de manera importante a la calidad de vida.
El Dr. José Manuel Benítez del Castillo, Catedrático de Oftalmología de la Universidad Complutense y Director de la Unidad de Ojo Seco de la Clínica Rementeria de Madrid afirma que se produce cuando hay una escasa producción de lágrima o cuando esta no es de buena calidad y no cumple correctamente su función, provocando ojos llorosos, enrojecimiento, irritación, quemazón, sensibilidad a la luz, sequedad, dolor, sensación de arenilla, visión borrosa o fatiga ocular. Molestias que se agravan con la calefacción, el viento o la contaminación y que pueden llegar a repercutir de manera importante en la calidad de vida e incluso en la productividad laboral.
Entre los principales factores de riesgo están la edad avanzada, haberse sometido a una cirugía ocular, usar lentillas, el consumo de ciertos fármacos como antidepresivos o sufrir enfermedades como blefaritis, artritis o lupus. Pero también se ha comprobado que el uso frecuente de pantallas puede ocasionar o agravar el ojo seco y otras patologías oculares.
En muchos casos se trata de una enfermedad de larga duración y con frecuencia no es posible hacer desaparecer completamente los síntomas, por lo que el objetivo de su tratamiento es disminuir todo lo posible la intensidad de los síntomas de los pacientes.
Controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida serán posibles gracias a un diagnóstico correcto y un tratamiento personalizado. Es lo que hay. Seguro.
