Valencia se convirtió estos días en capital farmacéutica. Una preciosa localidad en la que más de 2.000 boticarios se han dado cita para debatir sobre la profesión.
Como es habitual cada año, el evento que organiza el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos en esta ocasión ha contado con la colaboración del Muy Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Valencia, bajo el lema “Transformando la Sanidad con el farmacéutico”, que ha tenido alrededor de 150 ponentes, 9 sesiones plenarias y 34 sesiones técnicas y de innovación.
Una de las novedades del evento es el compromiso que los farmacéuticos han adquirido con la sostenibilidad ambiental. Este congreso ha sido neutro en carbono, se ha calculado la huella de carbono generada y la compensarán en un proyecto de restauración hidrológica, forestal y ambiental en los Montes El Castro y las Tajuqueras en el Rincón de Ademuz. Hay que recordar que el Consejo de Farmacéuticos es el primero de las organizaciones colegiales en incluir de forma integral y global el componente medioambiental en su Código Deontológico de la Profesión Farmacéutica.
Jesús Aguilar, Presidente de los farmacéuticos, señalaba hace poco al respecto que “el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos, el clima en el que vivimos… Sabemos que casi una de cada cuatro muertes está relacionada con factores medioambientales y por eso, como sanitarios, los farmacéuticos no podemos ser ajenos a la necesidad de cuidar el medio ambiente para proteger nuestra propia salud”.
Otros asuntos que se trataron han sido los problemas de suministro de los medicamentos, el valor de los datos en salud, los determinantes sociales de la salud, la integración de los farmacéuticos en las estrategias nacionales de salud pública o sobre la dependencia y atención domiciliaria.
En definitiva, un evento que ha vuelto a Valencia capital verde europea y en el que hemos visto a unos farmacéuticos cada vez más sostenibles. Es lo que hay. Seguro.
