SUCESOS

La tragedia de Orimar y Adrián al morir en dos accidentes de moto en 17 horas: "Mi hijo no se mató solo, se le cruzó un asesino"

La pareja sufrió dos accidentes de tráfico con apenas horas de diferencia que le costaron la vida el pasado fin de semana en Tenerife.

Roberto Gómez Ramos

Madrid |

Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil de Tráfico
Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil de Tráfico | Europa Press

Tenerife ha vivido en el último fin de semana de 2025 uno de los episodios más críticos del año. Orimar y Adrián, una pareja venezolana afincada en la isla desde niños, fallecieron en dos accidentes de tráfico con apenas 17 horas de diferencia y unos seis kilómetros de distancia.

Orimar, de 34 años, fue la primera que falleció en la tarde del viernes 26 de diciembre. Se deslumbró mientras conducía su moto a la altura del polígono industrial de Granadilla de Abona y chocó con la parte trasera de otro vehículo. En la caída fue arrollada por un autobús.

A la mañana siguiente su pareja, Adrián, de 28 años, fue a casa de ella a darle de comer a sus mascotas, un perro y tres gatos, pero en el camino fue arrollado por un conductor que se saltó una señal de Stop y dio positivo en los controles de alcohol y drogas.

La madre de Adrián, Ana, acudió rápidamente al lugar del accidente y asegura en declaraciones a La Radio Canaria que fue ella misma quien levantó el cuerpo de su hijo del suelo para meterlo en el furgón fúnebre. "Destapé a mi hijo y lo vi fracturado. De mitad para arriba estaba reventado. Un hombre de 1,94 destrozado. ¿Y por quién? Por una piltrafa humana", lamentaba una madre que asegura que este conductor "apestaba a alcohol a dos metros".

El individuo ha sido puesto en libertad provisional con medidas cautelares y se le investiga por un presunto delito de homicidio por imprudencia con conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas. También se le ha retirado el carnet de conducir, tiene que acudir cada quince días al juzgado y no puede salir del país. "Al segundo día yo no había enterrado a mi hijo y estaba ese hombre en la calle. ¿Qué le puedo decir? Yo no sé qué me duele más", lamentaba Ana.

Ana denunció también en sus declaraciones que el presunto homicida es conocido en la zona por ser drogadicto y alcohólico. "Lo más traumático es el cómo me lo arrebataron. Mi hijo no se mató solo. No se cayó por un barranco porque se despistó o se le cruzó una piedra o un animalito. Se le cruzó un asesino con mayúsculas. Ese señor estuvo preso por lo mismo. Es un drogadicto y alcohólico reincidente al cual le han negado la entrada en muchos bares de zonas del sur de la isla por su adicción, pero le vuelven a dar el permiso de conducir. Por eso ocurre lo que ocurre", explicó.

La pareja era muy conocida entre los moteros de la zona y fueron muchos los que se acercaron a despedirles al tanatorio y acompañarles hasta los respectivos cementerios donde ya han sido enterrados.