Ocho años para un hombre por violar a una menor que luego intentó suicidarse
Un hombre ha sido condenado a ocho años de cárcel por violar a una menor que tras las dos agresiones sexuales sufridas tuvo un intento de suicidio.
Según estas fuentes, el procesado, que fue juzgado en la Sección Primera de la Audiencia el pasado 13 de junio, deberá indemnizar asimismo a su víctima con 30.000 euros por los perjuicios y secuelas sufridas.
Según defendieron la Fiscalía y la acusación particular durante la vista, los hechos ocurrieron en dos ocasiones entre septiembre y octubre de 2013, tanto en la vivienda en la que la niña residía con su familia como en el domicilio de la madre del acusado, que era vecina de la pequeña y sus parientes.
En ambas oportunidades, el hombre habría sometido a la menor a distintos tocamientos tras lo que la habría violado, en una oportunidad usando preservativo y en otra sin él, a pesar de que la niña le habría manifestado su rechazo a estas prácticas.
Durante su declaración en el juicio, la víctima, que prestó testimonio por videoconferencia desde una estancia próxima a la sala de vistas para evitar tener contacto visual con su agresor, ratificó estos hechos y precisó que además había sido víctima de tocamientos en otras ocasiones por parte del procesado desde que ella tenía ocho años.
La chica recordó también que el hombre le había pedido que no contara nada de lo sucedido a sus padres y que en una oportunidad, cuando intentó contar lo sucedido a su madre en presencia del encausado, éste le tapó la boca dándole una torta.
La menor dijo que no había revelado estos hechos a sus progenitores porque le daba "vergüenza" y tenía "miedo", aunque finalmente, en enero de 2014 decidió sincerarse ante unas profesoras que fueron las que destaparon el caso.
La víctima reveló asimismo que a raíz de esta situación había sufrido un intento de suicidio y que tuvo que recibir asistencia psicológica.
Por su parte, el acusado, quien ha dicho mantener una relación de amistad con la familia de la víctima desde 1990, negó "radicalmente" en el juicio las acusaciones, recordó que conoce a la niña desde que nació y comentó que mantenía una muy buena relación con ella, porque solía salir a pasear con sus padres y pasaba muchas tardes en el domicilio de su familia, incluso algunos fines de semana.
El hombre, que tenía 27 años cuando ocurrieron los hechos, señaló que las acusaciones de la niña se habían producido después de que ella se enterara de que él iba a ser padre, por lo que relacionó la situación creada con un intento de la menor de "llamar la atención" o con un episodio de "celos" por este motivo.