La jornada de hoy quedará grabada en la memoria de millones de españoles. A las 12:33 horas, un apagón masivo dejó sin electricidad a la mayor parte de la Península, con la desaparición súbita de 15 gigavatios de la red eléctrica, equivalente al 60 % de la energía que se estaba consumiendo en ese momento. Diez horas después, el 38 % de las subestaciones eléctricas siguen sin servicio y el 57 % de la demanda energética continúa sin suministro, según fuentes del Gobierno.
Este inesperado fallo en el sistema, cuyas causas aún se investigan, ha puesto sobre la mesa una preocupación que ya rondaba en Bruselas: ¿están los ciudadanos europeos preparados para afrontar una emergencia prolongada? La Comisión Europea, en respuesta al complejo escenario geopolítico global —marcado por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, recientes desastres naturales y conflictos internacionales— ha pedido a los ciudadanos que preparen un kit de supervivencia doméstico para al menos 72 horas.
¿Qué debe contener el kit de emergencia?
Siguiendo el modelo ya implantado en países como Suecia o Francia, Bruselas recomienda que cada hogar europeo disponga de una mochila accesible con los elementos básicos para sobrevivir de forma autónoma durante tres días. La lista de artículos sugeridos incluye:
- Agua potable (cinco o seis litros por persona).
- Alimentos no perecederos que no requieran cocción.
- Medicamentos personales y un botiquín básico (tiritas, gasas, esparadrapo, alcohol).
- Linterna con pilas de repuesto, velas y encendedores.
- Radio a pilas para recibir información.
- Dinero en efectivo ante posibles fallos electrónicos.
- Batería de recambio para el móvil.
- Cocina portátil.
- Navaja multiusos.
- Ropa de abrigo y manta térmica.
- Copias físicas de documentos esenciales como DNI y recetas médicas.
La importancia de las primeras 72 horas
Las autoridades europeas subrayan que las primeras 72 horas tras una catástrofe son cruciales para la supervivencia y el restablecimiento de servicios básicos. Contar con estos suministros puede marcar la diferencia entre la estabilidad y el caos, especialmente en situaciones como la vivida hoy en España.
El apagón ha generado no solo preocupación, sino también una oleada de preguntas entre los ciudadanos: ¿cómo prepararse? ¿Qué hacer en caso de una nueva emergencia? Mientras se investiga el origen de la anomalía que ha paralizado gran parte del país, la respuesta de Bruselas es clara: previsión, organización y responsabilidad individual.