El Papa Francisco ha muerto a las 7:35 hora local en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano, tal y como ha anunciado el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, tras no superar los problemas de salud por los que estuvo ingresado durante 38 días en el hospital Gemelli de Roma.
A las 20:00 horas se ha convocado la ceremonia de constatación del fallecimiento en la capilla privada del Papa en Casa Santa Marta, por lo que se conocerán con exactitud las causas del fallecimiento y se depositará el cuerpo de Francisco en el féretro.
Hasta que se nombre un nuevo pontífice, la Iglesia permanece como sede vacante y es el camarlengo el que asume las funciones institucionales y administrativas. Mientras se convoca el cónclave y se elige al sucesor de Francisco, se llevará a cabo el funeral.
Por qué el Papa no será enterrado en la Basílica de San Pedro
Según la Constitución Apostólica, el Papa tiene que ser enterrado entre el cuarto y el sexto día después de su muerte. Si bien su funeral va a ser más sencillo que los de los antecesores. En primer lugar, no va a ser enterrado en la cripta de la Basílica de San Pedro, sino que pidió que se le entierre en la Basílica Santa María Mayor de Roma, fuera del Vaticano.
Esto es porque en la capilla Paulina se encuentra el icono de la Virgen Salus Populi Romani, la patrona de Roma a la que Francisco siempre tuvo una gran devoción. De hecho, siempre que salía de viaje oficial iba allí a ofrecerle un ramo de flores.
Da la casualidad de que una de las últimas salidas de su residencia antes de su muerte fue precisamente a Santa María la Mayor, donde llegó en silla de ruedas y con una ofrenda. En concreto ha hecho más de 100 visitas a esta basílica desde que fue nombrado pontífice.
Un entierro más sencillo en comparación con los de otros papas
Otra diferencia con respecto a funerales anteriores es, por ejemplo, que el cuerpo del Papa será depositado dentro de un único ataúd de madera y zinc y no dentro de tres (ciprés, plomo y roble) como en el caso de Juan Pablo II o Benedicto XVI.
Además, no va a haber velatorio privado para los altos cargos de la Santa Sede, sino que el cuerpo de Francisco será velado directamente en la Basílica de San Pedro. Tampoco su ataúd será colocado sobre un catafalco en altura, sino que se situará en la misma tierra y sin el báculo papal.
Igualmente, en los textos litúrgicos que se leerán no se utilizarán expresiones como Sumo Pontífice, sino un lenguaje más simple: Papa, Obispo de Roma, Pastor... Estos cambios fueron introducidos por el propio papa Francisco el 20 de noviembre de 2024, cuando el Vaticano publicó la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que regula cómo deben ser los rituales de las exequias del Papa.