PAPA FRANCISCO

Quién elige al nuevo Papa: todo lo que se sabe sobre el protocolo tras la muerte de Francisco

Nerea Pardillo

Madrid |

El papa Francisco en su última aparición pública durante la bendición Urbi et Orbi
El papa Francisco en su última aparición pública durante la bendición Urbi et Orbi | Stefano Spaziani / Europa Press

El papa Francisco ha muerto a los 88 años tras no superar los problemas de salud que le mantuvieron ingresado en el hospital Gemelli de Roma durante 38 días. Francisco, que salió al balcón de la Plaza de San Pedro el Domingo de Resurrección para dar la bendición "Urbi et orbi", ha fallecido a las 7:35 (hora local) en su residencia de la casa Santa Marta.

Ahora, tras la muerte del pontífice, la Iglesia se encuentra en sede vacante. A las 20:00 horas el camarlengo ha convocado la ceremonia de constatación de la muerte y la deposición del cuerpo en el féretro en la capilla privada del Papa.

Tras esto comienza una de las tradiciones más solemnes de la Iglesia: el cónclave. Literalmente significa "con llave", porque proviene del latín, y hace referencia al carácter secreto de este proceso. Tiene su origen en el año 1274 por el papa Gregorio X.

La Constitución apostólica establece 15 días tras la muerte del Papa para convocar a los cardenales y celebrarlo. Por lo tanto, se celebrará entre el 6 y el 11 de mayo.

Una votación secreta, una fumata y el 'Habemus Papam'

En el cónclave solo pueden votar los cardenales mayores de 80 años que pertenecen al Colegio Cardenalicio, que está compuesto por los líderes eclesiásticos más influyentes de la Iglesia. Estos cardenales, a su vez, también son candidatos, es decir, que uno de ellos será el próximo Papa. En total pueden votar 138 de 252 miembros.

Cuando llegan al Vaticano, los cardenales deben realizar un juramento por el que prometen no difundir ninguna información sobre las deliberaciones. Además, mientras dura el proceso no pueden tener contacto con el exterior.

El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina. Allí los cardenales rezan, reflexionan y deliberan. Cada cardenal recibe una papeleta en blanco en la que escribirá el nombre del candidato. Si no se alcanza una mayoría de dos tercios, se repite la votación -un máximo de cuatro al día-.

Para anunciar al mundo si hay nuevo Papa o si el cónclave continúa, por la chimenea de la Capilla Sixtina saldrá una fumata: negra si no hay consenso, blanca si ya hay Papa. Una vez que se sepa, el nuevo pontífice saldrá al balcón de la basílica de San Pedro rodeado del resto de cardenales para anunciar al mundo el Habemus Papam (Tenemos Papa).

Un funeral más austero que el de los anteriores pontífices

Mientras tanto, se preparará el funeral de Francisco. El 23 de abril su cuerpo será trasladado a la Basílica de San Pedro donde será velado. Hasta el 29 de abril, los cardenales celebrarán los Novendiales, es decir, nueve días consecutivos en los que se celebran una serie de funerales por su alma. Después, será enterrado. Según el Ritual Romano el cuerpo será enterrado entre el cuarto y el sexto día de su fallecimiento.

Francisco ha pedido no ser enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en Santa María la Mayor, fuera del Vaticano. Igualmente, su cuerpo solo será depositado dentro de un ataúd de zinc, a diferencia de Benedicto XVI o Juan Pablo II, cuyos cuerpos fueron depositados dentro de tres ataúdes (ciprés, plomo y roblo).

Por el momento no se conoce quiénes asistirán al funeral, pero por comparar, en 2005 a los funerales de Juan Pablo II asistieron 200 jefes de Estado y de Gobierno. Sí se sabe que la misa correrá a cargo del decano del Colegio Cardenalicio, Giovan Battista Re, de más de 90 años y que en 2023 ofició la misa de Benedicto XVI junto con Francisco.