No son pocos los pueblos de España que están viviendo un agosto para olvidar. Los incendios que asolan buena parte de la península, con incidencia en Galicia, Castilla y León, Extremadura y Asturias están dejando una estampada desgarradora. Tanto es así que hay zonas que han sido completamente devastadas, como es el caso de Palacios de Jamuz, una pequeña localidad en la provincia de León que apenas llega a los 60 habitantes.
El incendio de Molezuelas de la Carballeda (Zamora) provocó que todos sus vecinos fueran evacuados y, por suerte, no hay que lamentar pérdidas humanadas. De hecho, el pasado viernes recibieron la autorización para regresar a sus casas y el panorama que se encontraron fue aterrador, ya que el pueblo ha quedado bajo un manto de cenizas y una docena de viviendas arrasadas por el fuego. Son los propios vecinos quienes sostienen que todo podría haber sido peor, de no haber sido por ellos.
Los mayores del pueblo fueron desalojados, pero los más jóvenes se quedaron; es el caso de Sino, quien ha explicado a EFE que las llamas empezaron a entrar en el pueblo en un panorama "muy desolador".
"Nadie se preocupó de nada, nada más que de desalojar, desalojar y desalojar. Y nosotros nos quedamos. Yo, con mi hijo, conseguí salvar unas granjas de conejos que tenemos porque si nos vamos lo hubiéramos perdido todo", ha lamentado.

