Según explica la sentencia, el perro de nombre 'Canelo' fue atropellado en diciembre de 2012 en la vía urbana del barrio Fuentemilanos y sufrió "importantes lesiones".
El acusado y dueño del animal optó por meterlo en un saco, lo ató con una cuerda y lo depositó en un contenedor de cadáveres de una explotación de porcino situada en el paraje del Campillo de Torremilanos, próxima a las carreteras N-110 y SG-313.
Este hecho, según denunció la Asociación para la Defensa de los Animales, y como ha considerado probado el juez, "aumentó y prolongó el sufrimiento del animal".
Un ganadero encontró horas después al perro malherido y dio aviso a la policía local que se encargó de trasladarlo a una clínica veterinaria en Segovia, donde le apreciaron "múltiples contusiones por todo el cuerpo, hipotermia, deshidratación, exoftalmia y prolapso de iris del ojo izquierdo, así como pérdida relativa de consciencia".
Finalmente el animal se recuperó y fue adoptado gracias a las labores de la asociación, quien ha calificado los hechos de "espeluznantes" y ha puesto de manifiesto que "con las modificaciones que se han introducido en la ley, en la actualidad la sentencia condenatoria habría sido más dura".
En este sentido, ha reclamado que se modifique la legislación y que se reconozca que "los animales son seres sintientes", como ya lo hacen otros países de la Unión Europea.