Una realidad cada vez más común entre los jóvenes es la imposibilidad de poder salir del nido hasta bien entrada una edad. 'IV Observatorio Cofidis de Economía Sostenible en el Hogar 2025' ha concluido que el 45% de la población menor de 31 años siguen viviendo con sus padres.
Este informe analiza la realidad de los jóvenes de entre 18 y 31 años en relación con la emancipación, el ahorro, el apoyo económico externo y su capacidad para afrontar imprevistos, muestra que alcanzar la independencia residencial "no implica necesariamente estabilidad económica".
Ya que dentro de ese grupo de afortunados que pueden hacerlo, el 26,3% reciben ayuda de sus padres, el 7,6% de otros familiares y el 4,4% de personas cercanas que no son familiares. En conjunto, más del 38% de los encuestados sigue necesitando apoyo económico externo, lo que para Cofidis evidencia la "fragilidad" de sus condiciones de vida "incluso fuera del hogar familiar".
El ahorro es igual de complicado
En cuanto al ahorro, la cosa está igual de complicada. Un 19,6% no consigue llegar a fin de mes, y entre quienes logran hacerlo, un 32,9% ahorra menos del 10% de sus ingresos, un 38% entre el 10% y el 30%, y apenas un 19,3% supera el 30%.
De acuerdo con Cofidis, esta "limitada" capacidad de ahorro se traduce en una "baja resiliencia financiera". En ese sentido, el estudio revela que el 42,3% de los jóvenes emancipados no podría hacer frente a un gasto imprevisto de 10.000 euros y un 31,3% adicional no lograría afrontar siquiera un gasto de 5.000 euros.
Entre los jóvenes que viven con sus padres, el 24,1% no pueden ahorrar nada y el 35,5% no podrían cubrir un imprevisto de 10.000 euros. El informe que remarca que estos jóvenes tienen menos cargas económicas directas, su capacidad de ahorro "no mejora sustancialmente respecto a quienes ya se han emancipado",
"Es decir, casi tres de cada cuatro jóvenes que ya viven por su cuenta están expuestos a un elevado nivel de vulnerabilidad económica en caso de imprevistos de cierta magnitud", ha explicado la entidad de préstamos de crédito.
Asimismo, el Observatorio desvela que los jóvenes emancipados presentan una mayor capacidad de ahorro en comparación a quienes aún viven con sus padres, con un 15,9% de ellos no consigue ahorrar nada, frente al 24,1% en el caso de los que continúan en el hogar familiar.
"En ambos perfiles, los datos reflejan una realidad común: la precariedad económica continúa condicionando las decisiones de vida de la juventud española"
Cofidis incide que esta diferencia puede explicarse porque los jóvenes que han logrado independizarse suelen partir de una estabilidad laboral o de ingresos mayor, aunque también son quienes más se enfrentan a un mayor nivel de exposición a imprevistos, lo que los coloca en una situación de mayor vulnerabilidad económica.
Por su parte, la compañía manifiesta que quienes aún no han dado el paso de emanciparse cuentan con menos presión financiera directa, pero indica que "no por ello gozan de mayor seguridad económica", debido a que "su capacidad de ahorro sigue siendo limitada y su autonomía, aplazada".
En ambos perfiles, los datos reflejan una realidad común: la precariedad económica continúa condicionando las decisiones de vida de la juventud española y limita sus posibilidades de planificación a medio y largo plazo", han expresado desde Cofidis.

