La fiscalía especial que investiga al expresidente republicano de Estados Unidos Donald Trump obtuvo una orden de registro para poder examinar la cuenta de Twitter del magnate en busca de pruebas, lo que se tradujo también en un pulso con la propia red social, ahora llamada X, debido al secretismo de los procedimientos judiciales en curso.
El fiscal Jack Smith solicitó este registro en enero de 2023, pero no ha trascendido hasta que lo ha hecho público este miércoles un tribunal de apelaciones que ha ratificado una sentencia previa que impedía a la red social informar a Trump de la orden en curso.
Riesgo de destrucción de pruebas
La Justicia entiende que este secreto era necesario por el riesgo de que el expresidente pudiese "destruir" pruebas, "cambiar patrones de comportamiento" o alertar a otras personas, informa la cadena norteamericana CNN.
La compañía también ha sido multada con 350.000 dólares por retrasarse en la entrega de la información requerida, que incluía "datos y registros" vinculados a la cuenta de Trump, que permanece inactiva desde enero de 2021. Trump, vetado en su día de las principales redes por el contenido de sus mensajes, ha promovido su propia red, bautizada como Truth Social.
El antiguo inquilino de la Casa Blanca acumula tres procesos penales, entre ellas uno relativo al asalto al Capitolio de enero de 2021 que, con cuatro cargos, podría derivar en una pena de hasta 20 años de prisión. La Fiscalía considera que mintió en relación al supuesto fraude electoral y promovió mensajes que terminaron alentando dicho asalto para evitar la ratificación de la victoria del actual presidente, Joe Biden.
