Felipe VI se reunirá con el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, este sábado en Buenos Aires en la víspera de la toma de posesión del dirigente de ultraderecha, quien tomará el relevo del peronista Alberto Fernández.
El encuentro con Milei tendrá lugar a primera hora de la tarde en el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Exteriores argentino, y posteriormente se desplazará a la residencia presidencial de Los Olivos para mantener un encuentro con Fernández, han informado fuentes de la Casa del Rey.
El domingo asistirá a la ceremonia de traspaso de poder en el Congreso, donde Milei prestará juramento, a la que seguirá el acto de toma de posesión en la Casa Rosada, donde pronunciará su primer discurso como presidente.
Felipe VI también mantendrá el sábado un encuentro con una representación de la colonia española afincanda en Argentina en la sede de la Embajada de España. El rey llegará a Buenos Aires el sábado por la mañana acompañado por el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo.
Felipe VI va a coincidir con otros mandatarios de la región, entre ellos, el presidente de Chile, Gabriel Boric, el de Uruguay, Luis Lacalle Pou, o el de Paraguay, Santiago Peña.
Es la primera vez Felipe VI representa a España en una toma de posesión de un mandatario argentino desde que accedió al trono en junio de 2014.
En 2015, en la de Mauricio Macri, lo hizo su padre, Juan Carlos I, y cuatro años después, en la de Fernández, la entonces presidenta del Senado, Pilar Llop, puesto que coincidió con la ronda de consultas del jefe del Estado para la formación de gobierno.
También va a asistir el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien felicitó a Milei por su "gran victoria” electoral al opinar que se "abre un camino de futuro y esperanza para los argentinos".
El líder de La Libertad Avanza se impuso el pasado 19 de noviembre en la segunda vuelta de los comicios presidenciales a Sergio Massa, el candidato peronista al que había mostrado su apoyo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sánchez no felicitó por su triunfo al dirigente de ultraderecha, de quien afirmó días antes de los comicios que representaba la “estridencia” frente a la convivencia democrática y la concordia que encarnaba Massa.