La Oficina Nacional de Gestión de Desastres Naturales de Vanuatu indicó a principios de esta semana que el volcán ya había comenzado a emitir varios tipos de gases y que era inminente que éste entrara en erupción. Las autoridades han establecido una quincena de refugios de emergencia. No obstante, el director de la oficina, Shadrack Welegtabit, ha señalado que las ayudas se están viendo reducidas ante el gran número de evacuados.
"Nos encontramos en una estación de pocas lluvias y con la contaminación provocada por las cenizas nuestra mayor preocupación es lograr que el agua potable llegue a aquellos que han sido evacuados", ha aseverado. La última vez que el volcán entró en erupción fue en 2005. "El mayor miedo no es sólo el desplazamiento de parte de la población sino la condición en la que se encontrarán las cosechas y la vegetación después", ha manifestado Georgia Tacey, la directora de la ONG Save the Children Australia en Vanuatu.