Varios testigos de Junqueras describen el 20-S como una "protesta pacífica y festiva"
Varios testigos propuestos por la defensa del exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, han descrito este jueves en el juicio del procés, la concentración del 20 de septiembre de 2017 ante la Consejería de Economía de la Generalitat como un acto de protesta "pacífica" y "festiva" donde no hubo incidentes, ni se increpó a los agentes de la Guardia Civil.
"La gente cantaba, hubo un castell --torre humana, representación tradicional catalana--, aunque era reivindicativa también tenía un tono festivo", ha afirmado el senador de ERC Bernat Picornell en la vista oral que se está celebrando en el Tribunal Supremo.
Versión similar ha ofrecido el diputado del Parlament Jordi Orobitg, que participó en la manifestación multitudinaria de unas 40.000 personas, sobre la que ha asegurado que no vio ningún acto de agresión, ni amenazas, ni intento de asalto. "Cero", ha respondido a las preguntas de Andreu Van den Eynde, abogado de Junqueras, añadiendo que el único acto fuera de ese "ambiente festivo" fue el protagonizado por un chico, de unos "18 años", que tuvo que marcharse por la "reprimenda" que recibió tras lanzar "una botella de agua vacía a la fachada".
Sobre cómo se dirigían los manifestantes a los agentes policiales, el testigo ha apuntado a la abogada del Estado, Rosa María Seoane, que "increpaciones como tales" no hubo, pero sí "abucheos". "En ningún momento sentí vergüenza de la gente que estaba allí", ha añadido el diputado para justificar la actuación de los concentrados.
Precisamente, las preguntas que ha formulado la abogada del Estado a cinco testigos que han declarado este jueves por la tarde han ido encaminadas a saber el motivo por el que acudieron a concentrarse a las puertas de la Consejería. También si conocían que el registro era fruto de una orden judicial en el marco de la investigación de la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Un testigo creía que 'los jordis' tenían permiso para subirse a un coche
Por otro lado, Orobitg fue unos de los diputados que acompañaron cerca de las doce de la noche al expresidente de la ANC Jordi Sànchez y al líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, al escenario donde desconvocaron la manifestación. Ha explicado que debido a que entendían que no toda la multitud de personas habrían escuchado el discurso, decidieron ir hacia la puerta de la Consejería para comunicar que la protesta había concluido.
Fue el momento en el que 'los Jordis' se subieron a un coche de la Guardia Civil y según el testigo, pensaba que tenían el "beneplácito" de los agentes que estaban allí. El fiscal Fidel Cadena ha centrado parte de su interrogatorio en este punto, sobre si escuchó las arengas de los líderes de las asociaciones, como "que no se vaya nadie" o "delante de esto, ni Rajoy ni el Estado Español ni el Constitucional nos podrán parar", pero el diputado ha reiterado que recuerda "el contexto, el objeto pero no la literalidad de las palabras".
Ambos testigos han subrayado que no había dificultad para acceder o salir del edificio, ya que voluntarios de la ANC formaron un pasillo por donde transitaron trabajadores de la Consejería. Ese mismo cordón humano fue utilizado por la exdiputada de ERC Teresa Vallverdú, según ha relatado ella misma ante el tribunal.
Esta última testigo ha recordado que le "impactó" ver al exvicepresidente de la Generalitat, que acudió para ver cómo se estaba desarrollando el registro judicial, "emocionado, triste por la situación". A su salida, Junqueras se dirigió a los concentrados para pedir "firmeza para defender las instituciones, la democracia" e instó a que todo aquello "se hiciera con calma y tranquilidad, pacíficamente, como siempre", ha añadido.