JUICIO POR SU PATRIMONIO

Rodrigo Rato se defiende al ataque: "O es una falsedad o es una tontería"

El ex vicepresidente económico del Gobierno de Aznar y ex director gerente del FMI se acoge a su derecho a no contestarle a la Fiscalía y solo responde a su defensa y la del resto del banquillo en el juicio por su patrimonio.

Eva Llamazares

Madrid | 10.04.2024 16:33

El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato a su llegada a un juicio en la Audiencia Provincial.
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato a su llegada a un juicio en la Audiencia Provincial. | Carlos Luján / Europa Press

Rodrigo Rato habla con el tono de arrogancia tranquila al que acostumbra en sus declaraciones judiciales. Este miércoles, el ex vicepresidente económico ha dirigido sus explicaciones, prolijas y reiteradas, al tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que juzga el caso más grave de todos los que ha afrontado ante la justicia.

Se trata de determinar si cometió hasta 11 delitos relacionados con su patrimonio. La Fiscalía Anticorrupción solicita para él 70 años de cárcel por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción en los negocios.

Confiando probablemente en las incertidumbres que sobre la investigación han arrojado en parte las testificales y periciales que le han precedido en el juicio, Rodrigo Rato ha desplegado la estrategia de evitar el cuerpo a cuerpo con la fiscal Elena Lorente y se ha acogido a su derecho a no responder las preguntas de las acusaciones. “No es aceptable” que las acusaciones hayan usado correos electrónicos personales de otros acusados que debieron ser expurgados de la causa, ha señalado.

Durante el interrogatorio de su abogada María Massó que continuará mañana, Rodrigo Rato se ha detenido, ejercicio a ejercicio, en los movimientos bancarios, las actividades de sus sociedades y las declaraciones fiscales bajo sospecha, reprochando reiteradamente a Anticorrupción y a la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude(ONIF), así como a la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) y de la Abogacía del Estado falta de rigor y profesionalidad: “De dónde sale esta gente, cómo es posible que digan cosas así funcionarios en el ejercicio de su cargo”.

En este punto, la presidenta del tribunal Ángela Acebedo le ha reconvenido por la crítica al abogado del Estado que había declarado en el juicio durante la fase testifical. “Usted se puede defender pero…”, ha asegurado la magistrada sin llegar a terminar la frase.

“Me estoy defendiendo”, le ha interrumplido él, “es que no sé de dónde sale esta gente, es que es muy fuerte, que digan que he estado 10 días en 2006 en Washington”.

Y en un tono de creciente indignación Rato ha seguido con los reproches: “este señor dijo que Luxemburgo es un territorio opaco para la Hacienda española, cómo puede un abogado del Estado, es muy fuerte, nos toman por tontos, es indignante, indignante, esto es indignante.

A la búsqueda del tesoro perdido

El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha defendido la legalidad de toda su fortuna, cuyo origen atribuye en parte a la herencia paterna y a movimientos de propiedades familiares. Asegura que todos sus fondos son "perfectamente identificables" y tienen "una explicación razonable".

Una parte de todo este caso es a la búsqueda del tesoro perdido”, ha llegado a decir el ex director gerente del FMI en la línea de la estrategia de su defensa, que viene denunciando desde el inicio una investigación prospectiva.

En ese sentido, el ex vicepresidente económico ha despotricado en numerosas ocasiones contra la investigación y contra la Fiscalía Anticorrupción, a la que acusa de “montar una fabulación” y de someterle a “la prueba diablólica, una prueba inquisitorial, que tienes que demostrar, no dice mucho de los que te lo piden”.

Buena parte del interrogatorio de su abogada ha ido destinado a desmontar las acusaciones respecto a las supuestas irregularidades fiscales con la Hacienda española durante su etapa al frente del FMI.

Una falsedad o una tontería

“Le acusan de estar fuera de España 41 días en 2004, 53 días en 2005, 10 en 2006 y 31 en 2007, ¿le encuentra alguna explicación a este cálculo”, le ha preguntado Massó. Rato lo ha achacado a dos únicas razones: “o es una falsedad o una tontería, para que vamos a andarnos con chorradas”.

Según su exposición, en realidad en el año 2005 estuvo 80 días viajando y 285 en Washington., al año siguiente, 227 en Washington y 80 viajando, y en 2007, 255 días en Washington y 24 viajando. “Es un poco sorpréndete que pueda decirse que el director gerente del FMI no vive en Washington”, ha añadido en tono mordaz.

También ha relatado que sus visitas a España se realizaban con total conocimiento de las autoridades desde que aterrizaba el avión en Barajas, a cuyo pie le recogían agentes de la Policía Nacional, por lo que “quedarían reflejadas”. “Iba a mi casa o a ver a quien fuera o al cine y no me movía libremente, es increíble que funcionarios públicos españoles en el ejercicio de su cargo puedan decir estas cosas.

Sobre la amnistía fiscal a la que se acogió en 2012 y en la que la Fiscalía le imputa una omisión de referencias a sus sociedades, Rodrigo Rato ha explicado que fue una ley muy controvertida que generó “muchas dudas e interpretaciones” y que la información “se la dio el banco”, “no tenías que darles muchas explicaciones, las empresas especializadas de inversión estaban al cabo de la calle, llamabas y te lo mandaban”.

También ha detallado que siguiendo la recomendación del asesor Fernando Sedano fue muy conservador respecto a los beneficios de la sociedad, “se regularizaba el patrimonio no los beneficios, fuimos muy exigentes en el punto de vista de poner muchos beneficios”.

Por otro lado, Rato ha rebatido que quisiera ocultar sus empresas a la Hacienda española argumentando que no declaró sus sociedades a su vuelta a España porque “no tenía conciencia de que esas sociedades hubieran ocultado un patrimonio oculto, los patrimonios habían salido de España y habían sido declarados”.

También ha negado tener alguna “sicav ni sincav” y ha defendido que es imposible que una entidad financiera tenga una sicav oculta.

“Reconózcame usted que una cuenta omitida que puede ser en Bruselas o en Washington, resulta que tiene que ser la de una persona que reconoce que esa cuenta es suya, nos toman por tontos, lo siento presidenta, es que es muy fuerte”, ha asegurado en otra respuesta a su abogada con evidente tono de enfado.

Rato se ha defendido de esa supuesta omisión asegurando que es su cuenta del fondo que no declaró en el 720 porque creía que estaba exenta, aunque luego figura en el ejercicio siguiente porque su asesor es “muy meticuloso” y la puso.

"Creí y sigo creyendo que está exenta, además necesitaba un mínimo y creo que ni siquiera tiene efectos ahora, pues fue un error o lo que ustedes quieran".

También ha explicado que le obligaban a mantener la cuenta bancaria en la que cobraba del FMI porque era la única manera de recibir la pensión.

La sociedad Kradonara, empresa de su propiedad, ha abarcado también buena parte de su declaración “Yo lo decidía todo, qué se hacía y cómo y le informaba a Camacho de lo que quería, eran decisiones que tomaba yo como único accionista”, ha relatado.