La figura del teniente general Manuel Llamas, director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, está en el centro de la polémica después de que múltiples fuentes internas y la oposición lo hayan señalado como el instrumento de Fernando Grande-Marlaska para ejercer presión sobre la Unidad Central Operativa (UCO), la élite de la Policía Judicial del cuerpo.
"Comisario político" al servicio de Interior
Manuel Llamas, nombrado en diciembre de 2023 como número dos del Instituto Armado por Marlaska, ha sido señalado por altos mandos como "más un comisario político que un general". Estos lo acusan de excederse en sus funciones para indagar en detalles secretos de investigaciones que afectan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su entorno directo.
Según revelan fuentes de la propia UCO, la tensión interna se ha disparado desde la explosión judicial del caso Koldo, pasando por la investigación contra la esposa y el hermano del presidente y llegando hasta el reciente informe que ha encarcelado al ex número tres socialista, Santos Cerdán.
"Llamas se ha interesado insistentemente por acceder a los informes elaborados por la UCO bajo secreto judicial", explican mandos que insisten en que la negativa a filtrar información ha sido categórica: "Ninguno de sus antecesores se metió tanto en las investigaciones".
El PP exige comparecencias y depuración de responsabilidades
El Partido Popular ha iniciado una ofensiva parlamentaria y ha solicitado la comparecencia urgente de Marlaska, la directora general Mercedes González y el propio Llamas. "Estas maniobras suponen una grave interferencia en el trabajo de la policía judicial", denunció la portavoz popular, Esther Muñoz, reclamando que se aclaren los "motivos por los que el DAO requirió de manera anticipada los informes de la UCO".
Desde Interior, por ahora, no hay respuesta oficial, aunque el ministro ha desmentido en ocasiones anteriores cualquier injerencia y acusa al PP de instrumentalizar el caso para desgastar al Gobierno.
Un historial marcado por la tensión y el alineamiento político
Las críticas a Llamas tampoco son nuevas en su carrera. Su ascenso, impulsado por anteriores directores, fue percibido como consecuencia de su proximidad al poder político. En destinos previos, como la Comandancia de Granada o el Grupo de Acción Rápida, su gestión dejó "un pésimo recuerdo", con testimonios de agentes que relatantratos especialmente deferentes hacia políticos.
La llegada de Mercedes González a la dirección de la Guardia Civil, en septiembre de 2024, y su compatibilidad durante meses con la secretaría general del PSOE de Madrid, han servido de argumento adicional para quienes interpretan que el Gobierno buscaba "manejar" la UCO con objetivos de control político.
Silencio en Interior y malestar en la UCO
El personal de la UCO muestra un claro malestar ante lo que consideran "constantes intromisiones" y un intento sin precedentes de condicionar las investigaciones más sensibles relacionadas con figuras próximas al Ejecutivo. "Es un secreto a voces que Llamas pide información para trasladarla", resume un alto mando.
Por el momento, las protestas internas y la presión política sitúan el foco sobre el futuro inmediato del número dos de la Guardia Civil y la independencia de la policía judicial frente a la tutela política.
