Los socialistas piden la exhumación también de los restos de José Antonio Primo de Rivera, aunque en el caso del fundador de Falange Española consideran suficiente trasladarlos a un lugar "no preeminente del edificio", en cumplimiento del informe que entregó en 2011 un grupo de expertos sobre el futuro del Valle de los Caídos al entonces ministro de la Presidencia, Ramón Jaúregui.
El informe recomienda "resignificar su función para que deje de ser un lugar de memoria franquista y nacional-católica" y convertirlo en un "espacio para la cultura de la reconciliación, la memoria colectiva democrática y la dignificación y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura".
Otras de las medidas que propone impulsar el grupo socialista es la elaboración del "censo completo" de las infraestructuras y obras realizadas con trabajos forzados de represaliados del franquismo para colocar placas o plafones en su memoria, así como estudiar la posibilidad de crear Bancos de ADN para facilitar la identificación de desaparecidos.
En su proposición no de ley, el PSOE aboga por establecer el 11 de noviembre como Día Europeo de las Víctimas del Fascismo y por promover la creación de una Comisión de la Verdad, en la línea de las recomendaciones de Naciones Unidas.
El portavoz socialista en el Comisión Constitucional, Gregorio Cámara, ha incidido en que es preciso "reanudar las políticas públicas destinadas a la recuperación de la memoria histórica con su correspondiente dotación presupuestaria" y asumir las actuaciones necesarias para la localización y exhumación de fosas e identificación de los cadáveres para darles un "entierro digno".
Diez años después de su promulgación, la Ley de Memoria Histórica "sigue vigente, pero no se está aplicando", según ha denunciado la portavoz adjunta del grupo socialista, Isabel Rodríguez, que ha recordado que, en su primer año de mandato, Mariano Rajoy "se la cargó, dejando a cero su presupuesto".
Rodríguez ha subrayado que esta ley, impulsada por el Gobierno de Zapatero e "inspirada en el espíritu de concordia" de la Transición, "engrandeció la democracia" y "unió más como país" a los españoles.