El Ayuntamiento de Madrid aprueba una declaración sobre Miguel Ángel Blanco

El texto votado ha sido idéntico al que se presentó el pasado 11 de julio en el Congreso de los Diputados, que fue rechazado con los votos en contra del PNV y Bildu, mientras que PP, PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos votaron a favor.

La declaración manifiesta su condena ante cualquier forma de terrorismo y expresa su solidaridad y reconocimiento a todas las víctimas y a las familias que durante años han sufrido el terrorismo de ETA.

"Nuestra sociedad no será libre y pacífica si no existe una convivencia basada en el respeto y la tolerancia; y no puede ser digna si no está basada en el conocimiento de la verdad, de lo que históricamente sucedió", expone el escrito.

El texto mantiene que en la lucha antiterrorista, las víctimas deben ser siempre la "referencia" y se felicita de que 20 años después del asesinato de Miguel Ángel Blanco el Estado democrático y de derecho haya conseguido "derrotar a ETA".

"La experiencia de estos años pone de manifiesto que solo desde la unidad y la suma de esfuerzos se puede derrotar a uno de los peores enemigos de la democracia que es el terrorismo", remarca.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, ha explicado que, aunque fue el PSOE quien "lanzó una propuesta" en primer lugar, su grupo ha optado por solicitar "que se adoptara la misma que en el Congreso".

Al respecto, la portavoz socialista en el Consistorio, Purificación Causapié, ha confirmado que, si bien el PSOE envió a los demás grupos un "borrador de ideas" que podían recogerse en la declaración, no tuvo "ningún problema" en aceptar la iniciativa del PP "si eso facilitaba el acuerdo".

El acuerdo unánime del Pleno llega después de la polémica surgida la semana pasada a raíz de la incertidumbre sobre si el Ayuntamiento acogería o no un homenaje a Blanco.

El pasado miércoles 12 de julio, hubo finalmente un acto convocado por el PP y otro organizado por el Consistorio, aunque el Gobierno municipal encabezado por Manuela Carmena, que fue abucheada en ambos eventos, no accedió a colocar una pancarta con la imagen de Blanco en la fachada del Palacio de Cibeles, como reclamaban diversos colectivos.