ELECCIONES 19J

Elecciones Andalucía 2022: a quién beneficia el voto en blanco, el voto nulo y la abstención

ondacero.es

Madrid | 17.06.2022 10:03

A quién beneficia el voto en blanco, el voto nulo y la absteción
Una persona votando | Agencia EFE

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció en el pasado mes de abril que adelantaba las elecciones autonómicas al próximo domingo 19 de junio. De esta manera, el popular puso fin al Gobierno que compartía con Ciudadanos, con Juan Marín como vicepresidente, tras las últimas elecciones que se celebraron el 2 de diciembre de 2018.

Moreno tomó la decisión de adelantar los comicios a pesar de que el vicepresidente se había pronunciado a favor de continuar con el Gobierno de coalición con el PP. Pero el popular lo justificó en la necesidad de tener unos presupuestos elaborados para el 2023, por ello, el próximo domingo 19 de junio los andaluces están convocados a las urnas, pero para aquellos a los que no les convence ninguno de los candidatos tienen las siguientes tres opciones: voto nulo, abstención y voto en blanco.

¿Qué diferencias hay entre el voto en blanco, voto nulo y abstención?

Voto nulo

Es considerado voto nulo cuando dentro del sobre hay algún objeto o símbolo de más, es decir, cuando hay más de una papeleta de diferente candidatura o aparece pintada. Sin embargo, si el sobre contiene dos papeletas de la misma candidatura se da por válido.

Según la ley d'Hont (el sistema de cálculo proporcional utilizado en el sistema electoral español), electoralmente, los votos nulos no cuentan para el reparto de escaños, por lo que no benefician ni perjudican a ningún partido.

Voto en blanco

Por su parte, el voto en blanco se produce cuando el sobre está vacío. Es decir, cuando un ciudadano ha acudido a ejercer su derecho al voto, pero no ha metido ninguna papeleta dentro del sobre. La ley Electoral española considera válido este tipo de voto, por lo que sí que se contabiliza para hacer el reparto de escaños.

Con la ley d'Hondt, para que los partidos consigan acceder a un escaño, necesitan tener al menos un 3% de los votos válidos emitidos en cada circunscripción, es decir, que los votos en blanco se contabilizan y favorece a los partidos mayoritarios, en detrimento de los más pequeños, ya que necesitan más votos para conseguir entrar en el parlamento.

Por ejemplo, si se tiene en cuenta una circunscripción en la que ha habido 1.000 votos a candidaturas, 200 en blanco y 50 nulos, el 3% para conseguir un escaño se necesitan 36 votos, pero si no se tuviesen en cuenta los votos en blanco, serían 30.

Abstención

Por su parte, la abstención se produce cuando los ciudadanos deciden no acudir a los colegios electorales, es decir, no ir a votar. Lógicamente, esto tampoco influye en el recuento de votos, por lo que no afecta a ningún partido.