Con la subida del 8,5% de las pensiones de inicio de año que anunció Pedro Sánchez a finales de 2022, a pesar de los beneficios a casi 12 millones de personas, implica que se produzca un aumento en la tributación del IRPF por la consideración de rendimiento de trabajo.
Tipos de pensiones no contributivas
Dentro de las pensiones no contributivas se pueden encontrar dos tipos por las diferentes necesidades, según un artículo de Bankinter. Por un lado podemos encontrar las pensiones no contributivas de jubilación, que asegura a las personas jubiladas con necesidad, una prestación económica, asistencia médica y servicio de farmacia, y servicios sociales complementarios. Por otro, se encuentran las pensiones no contributivas de invalidez que asegura a las personas con con un grado de discapacidad mínimo del 65% una prestación económica, asistencia médica y farmacéutica gratis y servicios sociales complementarios.
¿Qué ocurre con las pensiones no contributivas?
Las pensiones no contributivas tienen, según BBVA, un trato fiscal igualitario que las pensiones contributivas -las obtenidas por cotizar al menos 15 años-, con la consideración de rendimientos de trabajo. Hay que tener en cuenta que las pensiones no contributivas de invalidez serán especiales por desgravaciones, bonificaciones y límites especiales para contribuyentes con discapacidad.
De este modo, la subida de las pensiones produce un incremento de la tributación del IRPF de las personas beneficiadas por pensiones que sean consideradas como rendimiento de trabajo, indistintamente de su contribución, por lo que las tributaciones variarán desde un 1% con 12.000 euros; 2,61% entre 12.000 y 18.000 euros; 8,69% entre 18.000 y 24.000 euros; 11,83% 24.000 y 30.000 euros; y un 15,59% con más de 30.000 euros.
Aún así, hay que tener en cuenta que la ley IRPF (artículo 96.2a) limita en 22.000 euros el mínimo para no declarar las rentas del trabajo que provienen de un pagador y las "pensiones y haberes pasivos percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social y clases pasivas y demás prestaciones públicas por situaciones de incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad, o similares, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 7 de esta Ley".
Financiación pensiones no contributivas
Según un artículo de BBVA, las pensiones consideradas como no contributivas están financiadas por las aportaciones del Presupuesto General del Estado al de la Seguridad Social, donde figura el crédito en el Presupuesto de gastos y dotaciones del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), abonándose a través de la Tesorería General de la Seguridad Social. En los Presupuestos Generales del Estado de 2022, de los más de 32 millones de euros dirigidos a la Seguridad Social (32.789.033,09 euros), 4 millones estarán dirigidas a las prestaciones socio-económicas de carácter no contributivo (4.197.920,32).
