"Teníamos la impresión de que esta amenaza se estaba alejando, que las relaciones mejoraban y que íbamos hacia un acuerdo", señaló Lagarde en París en alusión a los signos de fricciones de los últimos días entre Washington y Pekín.
"Esperemos que eso no ocurra -añadió-. Pero los rumores, los tuits y los comentarios no son muy favorables", añadió en declaraciones a la prensa durante su participación en una conferencia sobre el riesgo para la estabilidad financiera del creciente endeudamiento de los países en desarrollo.
Para Lagarde, es "imperativo" que esas tensiones "se resuelvan de forma satisfactoria para todo el mundo".
A su parecer, hay que proceder a la "reducción o la eliminación de esas tensiones" y adoptar "un marco jurídico y reglamentario" por el que las empresas sepan las reglas tarifarias y no tarifarias con las que van a desarrollar su actividad.
En una línea similar, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, anfitrión de la conferencia, afirmó que "el riesgo de guerra comercial" es "la principal preocupación" francesa y europea en un momento en que se constata una ralentización económica global.