Los restos mortales de Adolfo Suárez van a recibir sepultura hoy en la Catedral de Ávila junto a los de su esposa, Amparo Illana. Por la capilla ardiente del Congreso se calcula que han pasado más de 30.000 personas.
La capilla ardiente se había cerrado a las 02.18 de la madrugada por expreso deseo de la familia, tras entrar esta madrugada la última persona que se encontraba en la cola, formada ayer por miles de ciudadanos. La familia decidió retirarse a descansar para volver hoy a primera hora a la capilla ardiente.
Los ciudadanos han podido despedir al primer presidente de la democracia hasta las 10.00 de la mañana, hora en que la capilla ardiente se ha cerrado. Después, el féretro ha sido depositado sobre un armón de artillería y, seguido a pie por la familia y las autoridades, ha sido conducido por la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y el Paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Cibeles.
En principio, el cortejo fúnebre iba a concluir en la Plaza de Neptuno, pero se ha decidido ampliar su itinerario para facilitar que todos los ciudadanos que así lo deseen puedan rendirle su último homenaje. Después de una despedida del duelo con toque de oración, descarga de fusilería de la Guardia de Honor y desfile en la Plaza de Cibeles, el féretro será introducido en un furgón que lo transportará hasta la Catedral de Ávila, donde los restos mortales del expresidente del Gobierno recibirán sepultura, junto a los de su mujer, Amparo Illana.