Aitor Esteban es nuevo presidente del PNV. Tras más de dos décadas en el Congreso de los Diputados, la hasta ahora voz de los nacionalistas vascos regresa a Euskadi para liderar al partido del que lleva formando parte desde los 80. Esteban será quien, desde su despacho en Sabin Etxea, defina y dirija la estrategia política de los 'jeltzales' hacia el reconocimiento de la nación vasca en Europa.
Tras recibir de Andoni Ortuzar la makila que representa el mando del Euskadi Buru Batzar, Esteban se ha dirigido, emocionado, a la militancia. Ha asumido el cargo con humildad, pero consciente de la responsabilidad que comprende estar al frente de un partido de 130 años de historia. Sus primeras palabras, además de agradecimiento, han sido de unidad y de aviso para aquellos que "desearían" ver al PNV "morder el polvo". "No hay dos almas en el PNV, hay 22.000", ha proclamado.
Las aspiraciones de PNV siguen intactas y Esteban es el fiel reflejo de las mismas. Su objetivo es claro: que Euskadi sea reconocida como nación "más allá de las mugas". Todo ello pasa por "hacer país" y por estrechar día a día "la conexión" de los siete territorios que conforman Euskal Herria. El presidente del EBB ha prometido "no desaprovechar" ninguna ocasión para aumentar el autogobierno. De igual forma recordó que será el PNV y no ningún otro quien marque la agenda del partido.
Minutos antes de intervenir, se ha producido el adiós de Andoni Ortuzar. Visiblemente emocionado, con lágrimas en los ojos y mano a la altura del corazón, el ya expresidente del PNV ha querido expresar a la militancia la profunda gratitud que siente hacia ellos. "Me habéis hecho muy feliz", ha confesado. Asimismo, Ortuzar ha querido recordar que todos "juntos y juntas hemos avanzado en una Euskadi Soberana. Hemos hecho grande a este partido".
