Los agentes no se lo podían creer. En plena madrugada y en medio de la travesía que transcurre por el casco urbano se encontraron esta escena: un vecino de Jumilla durmiendo sobre un colchón tirado en la carretera.
Fue otro vecino el que alertó de lo que estaba viendo en la avenida Yecla, a la altura del Bar Pipa. Hasta allí se desplazó una patrulla de la Policía Local de Jumilla que encontró a un sujeto completamente dormido sobre el colchón, con la almohada correspondiente pero vestido (no llegó a ponerse el pijama). Era una noche de buenas temperaturas pero no hasta el extremo de tener que dormir en la calle.
La Policía Local temía que el vecino estuviera “durmiendo la mona” después de algún exceso con el alcohol. A lo mejor podría tratarse de un seguidor del Real Madrid que había celebrado durante mucho tiempo o tardíamente la decimocuarta. Pero no fue así.
Lo primero que hicieron los policías es hacer algunas fotos desde varios ángulos porque estas son las típicas historias que luego cuesta contarlas y mucho más que te crean. Al despertarle, el sujeto no presentaba ningún síntoma de estar bajo los efectos del alcohol. “Se comprobó que el sujeto se encontraba bien, no precisando asistencia sanitaria alguna y retirándose de la superficie asfáltica por su propio pie”, asegura la Policía Local en sus redes sociales.
Sin ningún tipo de enfrentamiento, el vecino accedió a retirar de la calzada los útiles de la pernoctación y explicó a los agentes que estaba allí “descansando”. Tan simple como eso, descansando.
Se podría pensar que al ser localizado justo en la línea del semáforo la razón de su presencia allí podría ser que se había quedado dormido mientras cambiaba el color del semáforo, pero no se encontró ningún coche de su propiedad en la zona ni el colchón tenía ningún mecanismo de propulsión.
Los agentes no tuvieron más remedio que denunciarle y explicarle que si uno tiene ganas de dormir hay otros lugares mejores donde hacerlo.
Lo que no cuenta el parte policial es si el hombre siguió con la pernoctación al aire libre en otro lugar o desistió de su aventura y decidió irse a su casa.
Con la multa en la mano seguramente la próxima vez decidirá ir a un hotel porque le saldrá más barato.
