Los trabajos para vaciar el Baluarte de los Pozos de Cáceres, una plaza de armas que se rellenó de escombros en el siglo XVIII, han comenzado ya con el objetivo de paliar los daños estructurales de este monumento que ponen en peligro la conservación de este elemento de la muralla cacereña y parte del lienzo original de la época almohade.
Se trata de una intervención de emergencia autorizada por el Ministerio de Fomento, que es quien financia parte de las obras de restauración a través del 1,5 por ciento cultural. Esta modificación del proyecto tiene un coste de 152.000 euros y se ejecutará en los próximos tres meses por parte de la misma empresa que lleva a cabo la primera fase de restauración de la muralla, que concluirá con esta actuación.
Las obras consistirán en devolver el baluarte y la torre a la situación previa a 1721, que fue cuando comenzó su llenado de escombros procedentes de la construcción del aljibe y la iglesia de la Preciosa Sangre.
Las graves deficiencias de este monumento se han descubierto en el transcurso de las obras de restauración de la muralla, que en una primera fase están a punto de concluir, ya que se encuentran ejecutadas a un 96%.
NUEVA ADJUDICACIÓN DE LA SEGUNDA FASE
Respecto a la segunda fase de la rehabilitación de la muralla, el Ayuntamiento ha tenido que volver a adjudicar el contrato de la redacción del proyecto porque la primera propuesta a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Yamur-Matas, ha sido anulada por la Comisión Jurídica de Extremadura.
La anulación se ha producido al aceptar el recurso presentado por otra empresa que había concurrido a la licitación, Panta Rhei Desarrollo Siglo XXI, que es la nueva adjudicataria, tras la propuesta resuelta en la Mesa de Contratación de hace una semana.
Cabe recordar que la segunda fase afecta al tramo de las torres Redonda y del Aver y de la Puerta de Mérida, cuyas obras se retrasarán en las semanas que han transcurrido desde que se realizó la primera adjudicación de la redacción del proyecto hasta que se ha resuelto el recurso, según ha explicado el alcalde.
"No ha sido un proceso especialmente complejo porque lo que ha apuntado la empresa lo ha reconocido el propio ayuntamiento, ha resuelto el error y ha adjudicado a la empresa que tenía más puntos", ha concluido.
