Este cuadro está considerado una de las piezas capitales de la pintura barroca valenciana y española, y forma parte de los fondos del Museo Histórico Municipal. En el año 2017 fue cedido para su exhibición en el Museo de Bellas Artes de València, y en los últimos años ha permanecido allí para someterse a un pormenorizado análisis sobre su estado de conservación que servirá ahora de punto de partida para el proceso de restauración. Ese estudio ha sido realizado por un grupo de investigación dirigido por el profesor de Iconografía e Historia del Arte de la Universitat Jaume I, Pablo González Tornel, en colaboración con el Museo de Bellas Artes, gracias a una subvención de la Generalitat de 34.500 euros.
El lienzo “La Inmaculada Concepción y los jurados de la Ciudad” constituye una obra clave en la trayectoria del pintor valenciano Jerónimo Jacinto Espinosa, pero es también un documento histórico de gran relevancia para comprender el mundo de las ideologías en época barroca. Además, es uno de los primeros retratos colectivos del gobierno de la ciudad de València, que posa orgulloso delante de una imagen de la Virgen.
Delicado estado de conservación
El cuadro es un óleo sobre lienzo de 360 x 350 cm. Las grandes dimensiones y su ajetreada trayectoria, que le ha hecho mudar varias veces de residencia, desde la desaparecida Casa de la Ciudad, al conjunto de la Lonja y, finalmente, al Ayuntamiento, han afectado notablemente a su estado de conservación. A lo largo de su historia, el lienzo ha sido objeto de diversas intervenciones: entelados, limpiezas y restauraciones parciales. La última de ellas en el año 2000, con motivo de la exposición antológica sobre Espinosa en el Museo de Bellas Artes de València. Sin embargo, ni ésta ni las actuaciones previas han afrontado un estudio integral del cuadro que aúne la investigación histórica, el análisis técnico y material y la propuesta de una intervención completa que asegure su correcta lectura, conservación y transmisión a la sociedad valenciana. Una simple inspección visual hace patente las numerosas lagunas y repintes de la tela, algunas de las cuales se realizaron sobre la capa original.
El contrato para su restauración ha salido a licitación por un importe de 84.700 euros. El adjudicatario tendrá un plazo de un mes para presentar el proyecto de intervención en el cuadro -que deberá ser aprobado por el Ayuntamiento- y otros once para efectuar los trabajos cuando reciba el visto bueno municipal. El pliego de condiciones establece que es necesario abordar la restauración integral del lienzo, intervención que afecta tanto a la consolidación del bastidor como del soporte de la capa pictórica, la limpieza de polvo y suciedad, la retirada de barnices y repintes, y la consolidación general, como paso previo a la reintegración cromática, que debe ser hecha por manos expertas en la materia y con experiencia acreditada para conseguir que la obra recupere su esplendor original.
