REPORTAJE

El confinamiento y sus efectos positivos contra la contaminación del aire

El dióxido de nitrógeno provoca anualmente en España alrededor de siete mil muertes prematuras debido al tráfico de vehículos de combustión

Nerea López Martínez

Alicante | 19.06.2020 10:06

La contaminación en Alicante, al igual que en otras muchas ciudades de España, se ha visto reducida durante el periodo de confinamiento.
La contaminación en Alicante, al igual que en otras muchas ciudades de España, se ha visto reducida durante el periodo de confinamiento. | Nerea López

Dentro de 9 años y 198 días, llegará el momento en que no habrá vuelta atrás y se desatará una reacción en cadena. Los ciudadanos quedarán expuestos y ya no podrán hacer nada por su planeta. El año 2030 es la fecha límite que marca la ONU para tomar medidas contra el desastre. Viajes en jets privados, reuniones a 2000 km de su ciudad o desplazarse en coche por mera comodidad. Son movimientos innecesarios que ahora han quedado en un segundo plano y dan un respiro al planeta. ¿Se ha convertido el coronavirus en un aliado inesperado a favor de la salud medioambiental?

Las medidas de confinamiento para evitar la expansión del COVID-19 han provocado un notable descenso de la contaminación del aire. El dióxido de nitrógeno (NO2), cuya principal fuente son las emisiones provocadas por los automóviles, ha caído un 61% tras la declaración del estado de alarma en la Comunidad Valenciana, según el registro de la Red Valenciana de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica. Además, el nivel de contaminación atmosférico ha conseguido valores más positivos debido al aumento de precipitaciones. Enero, febrero y marzo se han convertido en el primer trimestre más lluvioso desde que hay datos en la Comunidad, según el registro de Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Este régimen excepcional ha producido un suceso inédito en España, en Europa y en el mundo. El meteórologo Marc Santandreu, licenciado en Física, critica el turismo desaforado y la excesiva globalización existente en estas últimas décadas, a su juicio dos de las causas que han propiciado la rápida transmisión del coronavirus. A pesar de ello, insiste en sacar toda la parte positiva de los cambios producidos en el día a día: “Reutilizar y reciclar es importantísimo, pero el primer paso siempre es reducir; reducir viajes innecesarios que contribuirán a la reducción de contaminantes”. “Reducir es el primer paso para rebajar la contaminación”, añade Santandreu.

Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica.
Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica. | Nerea López

Alicante es una de las ciudades que muestra una mayor reducción de dióxido de nitrógeno respecto a otros territorios del país. Entre el 14 de marzo y 30 de abril se ha registrado una disminución del 72%, según el informe Efectos de la crisis de la COVID-19 en la calidad del aire urbano en España, elaborado por Ecologistas en Acción. Las calles desiertas, sin vehículos por las carreteras, no solo han mejorado la calidad atmosférica, sino que, además, supone una importante mejora de la salud pública.

La contaminación y la salud, de la mano

Anualmente se producen 7 000 muertes prematuras por la polución del aire en España, según Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Ancianos, mujeres gestantes, enfermos crónicos y, la población infantil, principalmente es la más susceptible. Esto se debe a que el sistema respiratorio e inmunitario se encuentra en desarrollo y crecimiento, como demuestra un estudio ambiental acerca del impacto del dióxido de nitrógeno durante el periodo prenatal hasta los dos años de edad. El análisis de 624 niños, entre 2003 y 2005, demuestra que el NO2 genera una menor función pulmonar y un deterioro en el desarrollo de estos órganos.

Miguel Ángel Ceballos, coordinador de los informes de Ecologistas en Acción, valora la drástica reducción del NO2 y la considera como “una buena noticia” para el grupo más vulnerable que sufre patologías respiratorias. A pesar de ello, este impacto queda reducido a un corto plazo, ya que a partir de la desescalada, los ciudadanos comenzarán a retomar la actividad.

Ambiente casi primaveral esta semana en Alicante
Ambiente casi primaveral esta semana en Alicante | Nerea López

Ildefonso Hernández, exdirector General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, considera que las políticas en salud ambiental son insuficientes: “El Gobierno no cambiará si no hay una presión por parte de la sociedad; necesita una catástrofe climática para darse cuenta de que no se puede seguir viviendo así”. Tras su experiencia, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández observa que lo más eficaz sería implantar unas leyes que impliquen la publicación de los datos sobre el impacto en la salud por la contaminación atmosférica de cada área metropolitana. Asimismo, afirma que no se ha sabido transmitir los riesgos que conlleva la polución en el aire: “Si no hay un contador en Cibeles con las muertes o ingresos hospitalarios por patologías respiratorias, no le daremos importancia”.

La disminución del NO2 ha traído consecuencias positivas, pero estos efectos comienzan a evaporarse tras el avance de las fases en la desescalada en muchas comunidades autónomas. Las asociaciones no gubernamentales encargadas de la conservación del medioambiente, como Grupo Local WWF Alicante o Ecologistas en Acción, trabajan en campañas o propuestas para concienciar a la sociedad con el objetivo de controlar el impacto post confinamiento que provocará un aumento en los niveles de la contaminación atmosférica.

El grupo local WWF Alicante tiene en mente realizar actividades de concienciación sobre las consecuencias del cambio climático en la aparición de futuras pandemias. Además de alguna campaña orientada a aprovechar la baja contaminación que se ha registrado debido al confinamiento. Por otra parte, Ecologistas en Acción ha puesto en marcha la campaña ‘Confinemos el coche’. Medidas dirigidas a la disminución de las necesidades de desplazamiento, facilitar la movilidad peatonal y ciclista y potenciar el transporte público con todas las garantías posibles para la salud y el bienestar de la ciudadanía. Son los nuevos retos que conseguirán dar ese respiro al planeta y que quedan en manos de los ciudadanos y de los gobiernos.