El valor de la franjiverde

Ahora que trato en el día a día con chavales que buscan la misma oportunidad que busqué yo en el fútbol, intento compartir con ellos todas aquellas experiencias que he vivido. Lecciones aprendidas, reflexiones y, sobre todo, la actitud necesaria en este deporte. Ahora puedo identificar más fácilmente aquello que me podría haber convertido en un mejor futbolista. Y esto es, precisamente, lo que trato de transmitirles.

Volver a la etapa del fútbol base, aunque desde otra perspectiva, me ha hecho recordar ciertas sensaciones, que hoy, con mucha más seguridad en uno mismo, quizá no experimentaría de la misma forma. Cuando era un niño y me enfrentaba al Valencia o al Villarreal, normalmente los equipos más fuertes de la categoría, cometía el grave error de pensar que el adversario que tenia delante era mejor que yo. Y tan solo lo creía por el hecho de vestir la camiseta de color amarillo o por llevar un murciélago sobre su escudo en el pecho.

Con los años esto cambió, fui cogiendo madurez y dándole valor a lo verdaderamente importante, a lo que cada domingo me ponía sobre mis hombros: la camiseta del Elche Club de Fútbol. Hoy les digo a mis jugadores que son unos privilegiados por vestir todos los fines de semana la camiseta franjiverde, y lo que eso conlleva.

Llevar ese escudo y representar al Elche a nivel nacional es un enorme privilegio para cualquier futbolista de nuestra cantera. Se lo hago saber al titular cada semana, al que suele entrar del banquillo y al que juega menos minutos de lo esperado. En el fútbol siempre estás a tiempo de cambiarlo todo y esta entidad pone las mayores facilidades para que eso ocurra.

Es un orgullo para cualquier aficionado franjiverde ver llegar a la primera plantilla a un jugador que ha pasado por sus categorías inferiores y que vive el Elche CF desde niño. Lamentablemente, el primer equipo compite, en estos momentos, en una categoría acorde a nuestro filial y no donde merece, situación que hace algo mas fácil que canteranos lleguen a la primera plantilla. Algunos ni siquiera son conscientes de lo cerca que tienen convertirse en futbolistas profesionales y poder formar parte de una entidad histórica. Un club que hace bien poco ilusionaba a una afición envidiable en Primera División.

Ojalá dentro de unos años alguno de los chavales a los que ahora tengo la oportunidad de aconsejar y acompañar en su pasión, logre debutar y alcance el objetivo de triunfar defendiendo, para mí, la camiseta más especial y la que te hace más fuerte que cualquier otra: la franjiverde.