Violencia de género

El PPCS pide responsabilidades al Gobierno por el contrato de las pulseras antimaltrato

Marta Barrachina reclama el cese de la ministra de Igualdad y una auditoría externa tras denunciar deficiencias en el sistema que, según el partido, han puesto en riesgo a víctimas de violencia de género.

Onda Cero Castellón

Castellón |

El PPCS pide responsabilidades al Gobierno por el contrato de las pulseras antimaltrato
El PPCS pide responsabilidades al Gobierno por el contrato de las pulseras antimaltrato | ppcs

La presidenta del Partido Popular de la provincia de Castellón (PPCS), Marta Barrachina, ha reclamado al Gobierno de España que "gobierne para proteger a las mujeres", tras conocerse fallos en el sistema de pulseras antimaltrato, utilizadas para garantizar la seguridad de víctimas de violencia de género.

Barrachina realizó estas declaraciones durante el comité provincial del PPCS, celebrado este martes en la sede del partido, donde anunció el inicio de una campaña en defensa de las víctimas afectadas por el contrato del sistema de protección, que según el PPCS, presenta deficiencias que "han puesto en riesgo la vida de muchas mujeres".

Según la formación provincial, en la provincia de Castellón se activaron 169 pulseras en 2024, mientras que en 2025 la cifra se ha reducido a 152. El PPCS atribuye este descenso a la "pérdida de confianza" de algunos jueces en el sistema, por los fallos registrados.

La presidenta provincial afirmó que ya se ha registrado una iniciativa en la Diputación de Castellón para exigir responsabilidades y mejorar la protección de las mujeres, con la intención de extender esta campaña a los 135 municipios de la provincia.

El PPCS también ha reclamado el cese de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y ha solicitado una auditoría externa que analice el procedimiento de contratación del sistema de pulseras, detalle los errores detectados y sus consecuencias.

"Queremos luz y taquígrafos", concluyó Barrachina, quien también vinculó esta situación con lo que considera una “perversión” iniciada con la ley del solo sí es sí.