La falta del liquidez del otrora poderoso equipo italiano, echó al traste una operación que se manejó durante muchas semanas a lo largo de los meses de julio y agosto. Es más, el Milán llegó a cerrar un acuerdo con Marcelo Lombilla, representante del futbolista, e incluso por medio de la figura de Adrianno Galliani llegó a reunirse con Fernando Roig. Pero el club de La Plana se mantuvo firme en su intención de no dejar salir al defensor argentino por una cifra inferior los 30 millones de euros y desbarató los planes italianos. Eran tiempos complicado para un Milan en proceso de venta y con muchas dudas en cuanto a lo económico. La situación podría cambiar el próximo mes de diciembre, toda vez que está previsto que durante la primera semana los nuevos inversores chinos depositen los 420 millones acordados para la venta del club. Además, según acordaron con Berlusconi, 100 millones podrían destinarse a corto plazo para reforzar la actual plantilla. Y en esa tesitura el nombre de Musacchio aparece de nuevo a escena.
De momento el equipo “rossonero” ha firmado un buen inicio de temporada. la llegada de un técnico como Vincenzo Montella ha aportado más fútbol y variantes a un equipo estancado en la mediocridad durante las últimas temporadas. Terceros en la tabla siguen, sin embargo, lejos de poder competir con la Juve por el Scudetto como antaño y para ellos necesitan varios nombres que mejoren el plantel. Nombres como los de Fabregas y Badelj acompañarían a las peticiones del técnico para defensa donde Musacchio y el brasileño Rodrigo Caio serian sus prioridades. De todas formas en el club lombardo saben de la dificultad que entrañará conseguir el fichaje del central internacional argentino en el mercado invernal.