"PA COMERSE MADRID" CON ISABEL AIRES

Lugares donde la diversión y la gastronomía se unen

No me canso de repetir lo maravilloso que es Madrid, gastronómicamente hablando. Hay opciones de todo, para todos. Españoles, de fusión, baratos, caros… Esos sitios que nos sirven de evasión del trabajo y de reunión con amigos, familias, etc. Y entre tanta oferta, encontramos también sitios que tienen un valor añadido para hacer una experiencia completa con espectáculos, actuaciones, bingos… Así que hoy en 'Pa Comerse Madrid', nos lo vamos a entretener mucho.

ondacero.es

Madrid | 20.10.2023 14:10

Y me voy a comenzar la ruta al Paseo de la Gastronomía de la Casa de Campo, un enclave maravilloso, rodeado de vegetación y que nos hace olvidarnos que estamos en Madrid. Y en uno de los pabellones, el Toledo, entramos en Madre Mía. Casi 5.000 m2 divididos en diferentes espacios y zonas. Una de ellas, un salón principal lleno de colorido, diseñado como un patio andaluz en el que reina una gran fuente central. Al lado, una gran barra donde se puede hasta bailar encima y un escenario. En la planta baja, otro salón que los domingos se transforman en tablao flamenco. Y, esta noche, una sesión llamada Cinema Paradiso donde se tocarán los mejores hits de Pop Rock de los años 80 al 2000. Comienza a las 19:00 h., tapeando, cenando, bailando y cantando hasta las 02:00. Para cenar cositas ricas como patatas bravas, unas barritas energéticas a modo de torreznos, carnes a la parrilla, hamburguesas… El precio medio, unos 30-35€. Y para acompañar, unos cócteles por 12€. ¡Y hay que prestar atención a sus redes sociales para la fiesta que organizarán en Halloween!

A la calle Recoletos ha llegado Casa Canito y La Movida Madrileña, de Hussi Istambuli. Es un club clandestino inspirado en el nombre de José Enrique Cano Leal, Canito, el batería que fundó junto a los Hermanos Urquijo el grupo Tos y que muchos lo identifican como el auténtico responsable del inicio de la Movida Madrileña. Casa Canito es un pequeño bar, pero con mucho ambiente en su barra y sus mesas altas en el que disfrutar de un tapeo ‘retromoderno’ -como ellos lo llaman-, con algunas propuestas como ensaladilla cremosa de huevo de codorniz, sándwich tonkatsu de lomo de vaca, un bocata de chorizo de pueblo… Y en el local de al lado, y sin saber cómo, entramos a La Movida Madrileña. Cómo se accede, no lo cuento para que sea sorpresa, solo diré que tenemos que pasar con contraseña. Todos los jueves y a partir de noviembre también los sábados, conciertos y canciones versionadas con música de los años 80-90 nacional e internacional, esas canciones que a todos nos gusta cantar.

Y de la movida madrileña me voy a la ‘movida jamonera’, porque vuelve el Bingo Show al Museo del Jamón de Gran Vía, amenizado por el monologuista Pedro Llamas, miembro del Club de la Comedia. El próximo jueves 26, se realiza una nueva edición del espectáculo en clave de humor ‘Jamón Sessions’, que se celebra una vez al mes. Incluye por 19,90€ la entrada, un combo compuesto por un plato de jamón de cebo y una consumición. Además, se podrá optar a distintos premios jamoneros jugando a un bingo muy diferente y sabroso.

Me voy ahora a la calle Ponzano a un dinner show en toda regla. Marabú fusiona gastronomía y espectáculos y que nos puede transportar del Tropicana de La Habana, los años 80-90, o a los años 20 de la Ley Seca, pasando por conciertos con los grupos de música punteros, e incluso un karaoke muy divertido. Y para comer, cositas ricas como un guacamole servido en piedra volcánica, un tartar de atún rojo de almadraba, un sándwich de cachopo y aguacate, o una tortilla de patatas trufada.

Acabo en el Autocine de Madrid en la calle Isla de Java, porque ahí está Rita´s, donde cada fin de semana combinan música y cocina en directo, food trucks, zona infantil y mucho más. Y mañana sábado se celebrará entre las 12:00 y las 19:00, la Américan Western Party. Gastronomía americana y actividades como un toro mecánico, concurso de hot dogs, concurso de beber cerveza, música en directo…

Por diversión que no falte. Así que, quien se aburra en Madrid, ¡es porque quiere!