Hemos podido comprobar como selecciones como la francesa, la inglesa y la alemana están pasando verdaderos problemas en esta fase final del año y sus resultados han sido tan decepcionantes que en estos momentos los franceses son colistas del grupo y tienen serias opciones incluso de descender de categoría.
Han sido unos días muy extraños con muchos partidos en poco tiempo, con los futbolistas muy cansados y con muchos resultados sorprendentes.
Y de entre los grandes favoritos del fútbol europeo ha destacado la regularidad de la selección española.
Los de Luis Enrique fueron de menos a más y aunque empataron el primer día ante Portugal merecieron incluso ganar. El peor día fue en Praga ante la República Checa que nos sorprendió y fue un resultado que complicaba mucho la clasificación para la siguiente ronda pero el traspiés final de los portugueses y la gran victoria en Suiza han dejado a España en una situación de ventaja para rematar la faena en septiembre y acceder a la lucha de los cuatro mejores equipos europeos.
Es evidente que esta selección es un auténtico equipo, un bloque armado por su seleccionador y en el que titulares y suplentes apenas tienen grandes diferencias como lo ha evidenciado el hecho de que el seleccionador nacional haya puesto dos equipos totalmente distintos alternándolos de una semana a otra, refrescando el equipo de tal manera que han sido los que mejor han llegado al último encuentro.
Es, indiscutiblemente, una selección de autor cuyo líder es el técnico asturiano y que sin tener grandes estrellas ha sabido sacar un gran provecho a sus jugadores, incluso en muchos casos muy por encima de sus propios equipos.
Malaga vibró con la selección española como lo hiciera Barcelona en el amistoso disputado hace unos meses y la sensación es que España no es inferior a muchas selecciones y que es capaz de plantar cara a todas y ganar a selecciones de un nivel similar.
Las últimas actuaciones en la Eurocopa, semifinalistas, y en la final Four de la Nations League, en la que España mereció incluso más que el subcampeonato, reflejan que el camino es bueno.
No hemos vivido unas de las mejores generaciones en los últimos tiempos aunque ahora empiezan a parecer futbolistas que pueden formar otra nueva gran camada de campeones como son Pedri, Gavi o Ansu.
Por cierto la Gavimanía se ha instalado en la afición española. Cuando el joven jugador del Barcelona ingresó en el terreno de juego fue una auténtica locura en la grada y además el sevillano en los minutos que estuvo en el terreno de juego ratificó, una vez más, que es una auténtica realidad fue de los mejores de un equipo que cada día engancha más a la afición.
