La investigación se inició hace unos meses tras recibir diversas informaciones en torno a una vivienda situada en una parcela aislada, a las afueras de la localidad y en una zona poco transitada, en podría albergar un importante cultivo de cannabis sativa, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado de prensa.
Una vez verificada la existencia de la plantación, se procedió a la entrada y registro en la vivienda, donde se incautaron diez kilos de cogollos de marihuana listos para su distribución, además de quince plantas en plena floración, superando algunas de ellas los cuatro metros de altura, útiles para el cultivo, básculas de precisión y dinero en efectivo.
En el interior de la vivienda se encontraba el morador de la misma, procediéndose a su detención por un delito contra la salud pública.
Se le imputa también un delito de tenencia ilícita de armas, pues en el registro efectuado fueron encontrados siete rifles de caza y abundante munición, careciendo el detenido de permiso o licencia para su posesión.
Se da la circunstancia de que uno de los rifles se encontraba en el comedor, alimentado con once cartuchos y preparada para disparar, con el consiguiente peligro para el resto de los moradores de la vivienda.