División de opiniones entre los comerciantes por las nuevas medidas para ahorrar energía, en el contexto del alza de precios y la escasez que puede llegar en los próximos meses. Algunos aseguran que las medidas no son útiles porque no conseguirán su objetivo, y otros que no les afectan porque no son nuevas, que ya se aplican. También disparidad de criterios sobre las preocupaciones por la seguridad en sus negocios y en las calles: mientras algunos creen que aumentará la criminalidad, otros no entienden el temor porque, aseguran, las calles seguirán igual de iluminadas por el alumbrado público.
El Gobierno de Cantabria anuncia una línea de ayudas destinadas a los gastos que puedan derivar de las nuevas medidas, y garantizaba a comerciantes y hosteleros apoyo en los gastos y obras que puedan tener que afrontar. Este miércoles, reunión a tres bandas entre Consejería de Comercio, Asociación de Hostelería y Federación de Comercios que terminó con muy buena sintonía: este "comité de crisis", en palabraas del consejero, sirve para intercambiar sensibilidades.
Pero desde la Asociación del Casco Viejo de Santander no terminan de estar a gusto con estas medidas. Aseguran que no quieren ni más restricciones ni subvenciones.