Cae una red internacional que introducía y distribuía cocaína en Mallorca

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo organizado internacional dedicado a la introducción y distribución de cocaína en Mallorca desde Venezuela, con la detención de ocho personas, la incautación de 10 kilos de droga y 4.265 euros, y el desmantelamiento de un laboratorio en Palma.

En total, han sido detenidas dos personas de origen ecuatoriano, tres colombianos y dos españoles, como miembros de la banda, mientras que otro ciudadano con nacionalidad española fue apresado en Caracas (Venezuela) con 10 kilos de cocaína ocultos en tabletas de chocolate y bombones.

Los siete miembros de la organización, que se dedicaba a introducir y distribuir cocaína en Mallorca mediante personas que actuaban de "correos" al transportar la droga desde Venezuela, permanecen en prisión, informa en un comunicado la Policía Nacional. La detención de los cabecillas de la banda se produjo el pasado viernes, en el marco de la Operación 211 y tras más de seis meses de investigación, que comenzó el pasado febrero con el apresamiento y posterior ingreso en prisión de dos españoles, de 23 y 46 años, relacionados con la distribución de la droga en isla.

La operación continuó el 18 de marzo cuando la policía venezolana detuvo en el Aeropuerto Internacional de Caracas a un individuo de nacionalidad española de 53 años, que hacía funciones de "correo" y que estaba siendo investigado por la Policía Nacional, con los 10 kilos de cocaína.

Finalmente, el pasado viernes se detuvo en Palma a cinco personas, dos ecuatorianos y tres colombianos, como los principales responsables del grupo organizado investigado.

Además, en los registros de seis domicilios en los barrios palmesanos de La Soledad y Son Cladera, se descubrió un piso franco y un laboratorio clandestino con todo tipo de sustancias adulterantes, balanzas, prensas, batidoras, moldes, molinillos y otros materiales para adulterar la cocaína, como paso previo a su distribución.

En estos registros, la Policía se incautó de 708 gramos de clorhidrato de cocaína; 239 gramos de cafeína, 821 gramos de tetracaína clorhidrato; 1.747 de manitol; 878 mililitros de disolvente; cuatro básculas de precisión electrónica; ocho teléfonos móviles; dos prensas y diversos moldes de hierro de distintos tamaños para la manipulación de la cocaína y fabricación de paquetes de uno, medio y un cuarto de kilo; dos molinillos eléctricos y 4.265 euros en efectivo.

El máximo responsable de la organización es el ecuatoriano nacionalizado español Jordi, de 43 años, que cuenta con 18 antecedentes policiales, por delitos de amenazas, quebrantamiento de condena, usurpación del estado civil y robo con fuerza.

Jordi blanqueaba el dinero procedente del tráfico de drogas a través de dos tiendas de telefonía en Palma y Manacor.

Su hermano, conocido como Iván, de 41 años, también ecuatoriano con nacionalidad española, era el responsable de ocultar y custodiar la droga en un piso franco y de la distribución de la droga.

Carlos, colombiano de 28 años de edad y en situación irregular en España, ocupaba junto a Jordi, la dirección de la banda ahora desarticulada.

Andrés, de 32 años y nacionalidad colombiana, con cinco antecedentes policiales por, entre otros presuntos delitos, homicidio doloso y estancia irregular, era uno de los encargados de la distribución de la cocaína en la isla, donde hacía la labores de comercial e intermediario, dado su amplio conocimiento del sector.

Jesús, colombiano de 24 años de edad, además de ser el responsable de poner al "correo" detenido en Caracas en contacto con Jordi, era el intermediario entre pequeños traficantes y la organización.