CON ISABEL MENÉNDEZ BENAVENTE

Divorcio con hijos

Por mucho que el amor sea para toda la vida cuando pasamos por el altar, la estadística dice que la mitad de los matrimonios en España acaban en divorcio o separación. Si no hay hijos tampoco hay muchos más problemas que firmar los mismos papeles que nos unieron, pero si hay niños la cosa cambia...

Guillermo Figueroa

Gijón |

Isabel Menéndez Benavente trae a nuestra sección LIOSA-MENTE el tema porque se están registrando muchos problemas. La salud mental de los hijos/as de padres divorciados se resiente, hasta el punto de que la mayoría de los chavales que acaban en terapia son hijos de padres separados. Isabel advierte que por norma general no estamos sabiendo abordar estos asuntos. Recuerda que los adultos son los padres, y a ellos corresponde dar las herramientas necesarias a sus hijos para superar estos momentos.

Desde el momento en el que se comunica la noticia hasta el trato que se dispensa la pareja separada una vez consumado el divorcio es fundamental para los niños. Lo van a pasar mal, afirma Isabel, y debemos tener claro que ellos, los niños y niñas, deben ser lo único que importa. Por muy mal que te lleves con la otra parte, es irrenunciable superarlo y fastidiarse por el bien de los niños.

Separarse no quiere decir que no puedas rehacer tu vida amorosa, pero poco a poco y paso a paso. Meter a una nueva pareja en casa con tus hijos sin una transición no es buena idea. Menos si la otra pareja también tiene sus hijos. Igualmente, es importante implicar a toda la familia en el objetivo de cuidar a los hijos durante el proceso de separación. Abuelos y abuelas juegan un papel importante.