El acuerdo firmado este domingo entre Estados Unidos y la Unión Europea no ha sido recibido de buen grado entre muchos de los socios europeos y ha provocado una serie de críticas y controversias por cómo afectará a las economías de la zona Euro.
Con él se buscaba evitar una escalada hacia una guerra comercial entre EEUU y Europa, además de reducir la incertidumbre comercial dando estabilidad y previsibilidad a las empresas que operan en ambas regiones, pero las reacciones políticas en países como España o Francia, o incluso en el mismo Parlamento Europeo, dejan todo esto en el aire.
En España hemos escuchado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconocer que respalda el acuerdo pero "sin ningún entusiasmo"; y a la líder de Sumar, Lara Hernández, definir el acuerdo como una "rendición" de la Unión Europea ante Trump.
En otros países como Francia, ha sido la oposición la que ha salido a criticar duramente el acuerdo señalándolo como un "acuerdo de vasallaje" y "una vergüenza", términos parecidos a los utilizados por los grupos políticos del Parlamento Europeo, que lo han calificado como "delirante" y un "duro golpe a la competitividad industrial europea".
Ha pasado poco tiempo y aún no han entrado en vigor, pero este acuerdo ya ha provocado las primeras reacciones también en los mercados, donde hemos visto cómo el euro cayó este lunes por debajo de los 1,17 dólares. Y es que la política arancelaria de Trump viene debilitando al dólar en los últimos meses, pero los inversores parecen haber entendido el acuerdo como una señal de que el riesgo ha disminuido para Estados Unidos.
Pero, ¿qué ha acordado exactamente la Unión Europea con Estados Unidos?
El arancel general
Este es el principal punto del acuerdo y el que más controversia está generando. Según se ha acordado, Estados Unidos impondrá un arancel del 15% a la gran mayoría de las exportaciones de la Unión Europea, que se aplicará a sectores como el automovilístico, los semiconductores y el farmacéutico.
Entrará en vigor a partir del próximo viernes, 1 de agosto, y afectará al 70% del comercio que la UE tiene con Estados Unidos. Este arancel supone una importante reducción frente al 30% con el que Trump había amenazado inicialmente a Bruselas.
Según se ha conocido, se quedan libre de aranceles productos estratégicos que incluyen "las aeronaves y sus componentes, ciertos productos químicos, ciertos genéricos, equipos semiconductores, ciertos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas críticas".
Entre los productos agrícolas que quedarían con un arancel cero se han mencionado algunos como los frutos secos, langostas, pescados procesados y crudos, quesos, otros productos lácteos y alimentos para mascotas.
El acero y el aluminio
También habrá modificaciones en lo que al acero y al aluminio se refiere, que antes del acuerdo estaban sujetos a un arancel del 50%. Aún no se ha concretado cómo serán los detalles para estos productos, pero sí que ambos bloques han pactado un mecanismo distinto consistente en un sistema de cuotas en lugar de aumentos adicionales.
Fuentes comunitarias han explicado que la idea es que las importaciones de acero cubiertas por la cuota tengan el arancel de la nación más favorecida y que superado ese nivel se aplique un gravamen del 50%.
Este punto del acuerdo tardará aún unas semanas más en aplicarse ya que los detalles aún están en fase de negociación.
Inversiones, energía e IA
La Unión Europea se compromete, también, a invertir 750.000 millones de dólares de aquí al final del mandato de Trump (2029) en la compra de energía estadounidense (gas, petróleo y nuclear). Esta inversión se hará a través de las empresas privadas.
Von der Leyen también ha destacado que los chips de inteligencia artificial estadounidense impulsarán el desarrollo de la IA en la UE y se ha comprometido a que se realicen inversiones privadas en Estados Unidos por valor de 600.000 millones de dólares.

