El comercio que ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia por las restricciones de aforos y horarios, ahora también lo está siendo por la no celebración de las fiestas, puesto que es algo que repercute directamente en la disminución del consumo y en la reducción de ventas, tal y como señala la presidenta de los comerciantes, Susana Lacostena.
Con las fiestas suspendidas, tampoco se ha podido llevar a cabo la fiesta del comercio en la plaza López Allué, prácticamente desierta a lo largo de la mañana. Los oscenses han añorado la actuación que allí realizan cada 11 de agosto los Danzantes así como el tradicional reparto de los bocadillos de jamón y melón a cargo de las mairalesas. Los comerciantes esperan que el año que viene la pandemia sea un mal recuerdo y que de nuevo puedan celebrarse los actos de San Lorenzo al completo. Lacostena también ha apuntado que a pesar de la situación muchos comerciantes han apostado por abrir estos días con total normalidad.
Las “no fiestas” siguen transcurriendo sin problemas. Desde el área de Seguridad Ciudadana, la concejala Ana Loriente, destaca el buen comportamiento de los oscenses, tras una segunda jornada que dejó varios avisos por molestias de ruidos y tres propuestas de sanción por saltarse el toque de queda.
Por otro lado, este miércoles a las 11 de la mañana, se ha celebrado la Misa de Cofrades en honor a San Lorenzo, que en la parte musical ha amenizado la Agrupación Folclórica Santa Cecilia, Cofrades de Honor desde hace más de tres décadas.