Zaragoza cuenta con un rival menos en la carrera para albergar partidos durante la fase de grupos del Mundial de 2030, después de que la ciudad de Gijón se haya desmarcado de esta pugna al entender que los ingresos que la cita podría dejar en hostelería, restauración o imagen no justifican el coste económico que supone el cumplimiento de las exigencias de la FIFA, especialmente el seguro de responsabilidad civil de 100 millones de dólares (casi 93 millones de euros) que deberá contratar cada una de las sedes.
El presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta, Constancio Navarro, ha querido aclarar que contratar un seguro de 93 millones de euros no quiere decir que haya que pagar ese dinero, así que estaría por ver qué precio que tendría esa póliza. Además, cree que es lógico que en un acontecimiento de la magnitud de un Mundial deba contar con un seguro de gran cobertura.
El presidente de la Federación de Barrios, Manuel Arnal, es escéptico con respecto a las cifras del impacto económico que maneja el Ayuntamiento para justificar las aspiraciones de Zaragoza, que ronda los 350 millones de euros. Arnal considera que esas cifras deben explicarse con más rigor, y pone en duda que el nivel de los partidos que pueda acoger la nueva Romareda dé para generar semejantes beneficios a la Ciudad. Recuerda, además, que habrá que afrontar otros gastos importantes en cuestiones como desplazamientos de los equipos, seguridad, creación de zonas para las aficiones fuera del estadio o accesos al mismo.
