En Más de Uno Sevilla, Diego de Caralt, presidente de la asociación Puerto de Sevilla, que agrupa a residentes en el entorno de la Avenida de Las Razas, ha explicado que la concentración tiene por objeto protestar por los retrasos acumulados en la ejecución del colector y por las molestias y perjuicios, especialmente el intenso hedor, que vienen soportando desde hace más de dos años, reclamando una fecha clara de finalización de las obras y más transparencia.
El pasado mes de agosto se cumplieron dos años desde que se cortó al tráfico por completo la Avenida de Las Razas con motivo de las obras de ampliación del colector Emisario-Puerto para conducir los residuos de la ciudad a la estación depuradora (EDAR) El Copero. Es el doble del tiempo previsto y todavía no hay previsión de finalización de las obras. Según De Caralt, los vecinos están "en un punto crítico y queremos que se atiendan nuestras reivindicaciones de inmediato para salvaguardar el bienestar y salud".
Los retrasos, malos olores y ruidos constantes han sido "una constante en nuestro día a día, afectando seriamente la convivencia y el bienestar de los vecinos del entorno durante el transcurso de la obra", denuncian, apuntando la continua falta de información que se ha dado: "No se ha brindado información clara ni oportuna sobre el desarrollo y los plazos de las obras, lo que está generado una gran incertidumbre entre los vecinos".
También denuncian la ausencia de colaboración por parte de las administraciones involucradas, que "han mostrado una falta total de cooperación con los vecinos, dejando de lado nuestras preocupaciones", además de la "falta de presión del Ayuntamiento", al que reclaman que "ejerza mayor presión sobre las partes implicadas para agilizar las obras y minimizar el impacto negativo".
Ante los daños a viviendas, comercio local y vecinos exigen "un estudio exhaustivo de los daños ocasionados en el entorno por el que transcurre la obra y una compensación justa a todos los afectados, ya que los comercios locales han sufrido pérdidas económicas y los vecinos han sufrido sobrecostes económicos, e incluso, daños en sus propiedades".