La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía (Horeca) alerta de que durante el puente festivo de la Constitución y la Inmaculada han proliferado en toda la comunidad las reuniones privadas, sin control alguno ni medidas sanitarias. Al cierre obligado de bares y restaurantes a las 18 horas le han seguido numerosas quedadas acordadas en los mismos negocios para continuar en domicilios. Las restricciones actuales y el plazo de cuatro horas existente hasta el toque de queda de las 22 horas, lejos de frustrar los encuentros sociales, provocan un aumento de las prácticas de riesgo de contagio del coronavirus.
Por este motivo, Horeca Andalucía reitera, como viene haciendo desde que se instauraron las actuales medidas, que el cierre a las 18 horas no es eficaz como método de control de la pandemia. Al contrario, esta decisión ha significado la eliminación durante cuatro horas diarias de la aplicación de medidas sanitarias de distanciamiento, higiene y protección que están garantizadas en la hostelería, y que no tienen control alguno en domicilios o locales privados. Esto es justamente lo que ha ocurrido en el puente festivo, cuando los andaluces han tenido más tiempo de ocio debido a la concatenación de días libres.
Imprescindible ampliar horarios para dar cenas
Además, de manera general, la hostelería andaluza ha sufrido un descenso del 70% en la facturación en el puente con respecto al año anterior. Al cierre obligatorio se ha sumado el mal tiempo, lo que ha dificultado o impedido el uso de las terrazas. Si a ello se une el
recorte de aforo en interiores –el 30% de ocupación en casi toda Andalucía, salvo en Málaga y parte de su área metropolitana, donde se aplica el 50%–, el balance del puente es claramente desfavorable tanto desde el punto sanitario como económico.
Ante el anuncio, esta semana, de nuevas medidas por parte de la Junta de Andalucía, la Federación Horeca reitera que la supervivencia de decenas de miles de empresas y el mantenimiento del empleo en la hostelería a corto y medio plazo se fundamenta en la
ampliación del horario de apertura hasta las 23.30 horas, es decir, para poder dar las cenas. Así los establecimientos podrán aprovechar las fiestas de la Navidad y también asegurarán medidas sanitarias e higiénicas que incidirán en el descenso actual de contagios.
La petición de la hostelería de que se le permita trabajar se basa en el convencimiento de que la pujanza de este sector, que da trabajo a más de un cuarto de millón de andaluces, es su principal recurso para superar la actual crisis. Horeca subraya que una ampliación de los horarios y una mejora de los aforos permitidos puede librar a una mayoría de negocios en Andalucía de optar por decisiones traumáticas como cerrar sus puertas, reducir sus plantillas, expedientes de regulación de empleo, preconcursos de acreedores o quiebras.
Es importante destacar que la continua mejora de los índices sanitarios en el conjunto de la región y el doblegamiento de la segunda ola suponen una credencial para la Junta de Andalucía a la hora de suavizar restricciones a los comercios, a los desplazamientos, a las
actividades deportivas y otras. Por tanto, Horeca confía en que la hostelería, que no es responsable de contagios como se ha demostrado con datos propios del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, se beneficie igualmente de las nuevas medidas que
deben permitir un incremento de la actividad económica en el conjunto de la comunidad.