Carlos Alcaraz ha vuelto a hacerlo. En una tarde calurosa en la pista central del All England Club, el murciano derrotó a Taylor Fritz por 6-4, 5-7, 6-3 y 7-6(6), accediendo por tercera vez consecutiva a la final de Wimbledon. Lo hizo tras un tiebreak de infarto en el cuarto set, donde demostró por qué es uno de los grandes competidores de su generación.
Un inicio fulgurante y un rival sin miedo
Desde el primer punto, Alcaraz mostró su intención de mandar en el partido. Aprovechó un inicio algo dubitativo de Fritz para romperle el saque de entrada y consolidar la ventaja con su habitual mezcla de potencia, variedad y frescura. Con un primer set prácticamente perfecto al saque —ganó todos los puntos con su primer servicio— se llevó el parcial inicial por 6-4.
Pero el estadounidense no estaba dispuesto a rendirse. En el segundo set, elevó su nivel al saque (19 aces en total) y se mostró más agresivo al resto. Alcaraz, algo más errático y penalizado por una doble falta clave al final del parcial, cedió el set por 5-7, dejando todo igualado y a la expectativa.
Reacción de campeón en el tercero
En los grandes partidos, los grandes jugadores encuentran respuestas. Y Alcaraz las tuvo. Lejos de venirse abajo tras perder el segundo set, rompió de entrada en el tercero y encadenó juegos en blanco al servicio, devolviendo la presión a Fritz. Con variedad de tiros —dejadas, globos, pasantes y saques al cuerpo— se llevó el tercer set por 6-3 en poco más de media hora.
El estadounidense, por su parte, seguía dependiendo en exceso del primer saque. Cuando no le entraba, sufría ante un restador de élite como Carlitos. A pesar de todo, Taylor se mantuvo en pie, tirando de orgullo y metralla al saque.
Cuarto set al tiebreak
El cuarto set fue una montaña rusa de emociones. Ninguno de los dos jugadores cedió su servicio, aunque Alcaraz estuvo más cerca de quebrar en varias ocasiones. Fritz salvó momentos delicados con saques directos, y el español tuvo que asegurar con voleas milimétricas y derechas profundas.
Se llegó al tiebreak con tensión máxima. Alcaraz comenzó dominando con un globo sublime y una volea ganadora (2-1), mientras Fritz respondía con una derecha fulgurante (4-3). Pero el murciano, mostrando su temple de veterano, no falló con el saque en los puntos clave y remató para el 8-6 definitivo.
Con esta victoria, Carlos Alcaraz se mete por tercera vez en la final del torneo londinense, consolidando su reinado sobre la hierba en los últimos años. Su mezcla de físico, técnica y mentalidad le hace único en este tipo de escenarios. Fritz, pese a la derrota, se va con la cabeza alta tras una batalla digna de una gran semifinal.
El domingo, Alcaraz buscará su tercer título en Wimbledon ante Sinner que ha vencido en tres sets a Djokovic. El mensaje ya está claro: si Carlitos está así, hay que contar con él para todo.

