LIGA DE CAMPEONES | REAL MADRID 5-1 BASILEA

Real Madrid 5 - 1 Basilea

Es lo que lo faltaba a este Real Madrid para empezar a curar sus males: goles. Y llegaron de las botas de Modric, Bale, Cristiano Ronaldo, James y Benzema. Los tantos silenciaron algunos debates en el Bernabéu, aunque se escucharon pitos intermitentes a Casillas y Benzema.

Alberto Mendo

Madrid | 16.09.2014 22:42

La medicina a gran parte de los males del Real Madrid en este inicio de temporada se llamaba 'gol' y los de Ancelotti se han servido una gran dosis ante el Basilea, al que han goleado por 5-1. El pobre arranque en la Liga no se ha trasladado a la Champions League, donde el equipo blanco es el rey vigente y se siente especialmente cómodo, aunque sea ante un rival asequible como el conjunto suizo.

La Liga de Campeones regresaba al estadio Santiago Bernabéu, que hace cuatro meses saboreó las mieles de la Décima, tiempo que a una parte de la afición ya se le hace demasiado lejano tras los ajetreos del verano. Y después de las últimas derrotas ligueras, especialmente la del derbi, que siempre escuece más a los blancos. Pero Europa es otra historia.

El técnico madridista, Carlo Ancelotti, sólo hizo dos cambios en su once titular, ambos en los laterales: Marcelo ocupó el lugar de Coentrao yNacho, el de Arbeloa. Iker Casillas sigue siendo la apuesta del italiano en la portería; esta temporada, a diferencia de la pasada, no hay rotación entre Liga y Champions. Así que la sentencia del Bernabéu fue inevitable: pitos cada vez que tocaba el balón, que sus partidarios intentaban acallar con ovaciones. Una división que ya es crónica en el madridismo.

Para el bien de la reconciliación, el gol llegó pronto, en el minuto 13, cuando Nacho recibió el balón de Modric y su centro tuvo la fortuna de chocar con Suchy. Gol en propia puerta para estrenar el marcador y despertar quizá el orgullo de los delanteros blancos, que hasta ese momento volvían a mostrar más dudas que certezas.

El Real Madrid mandaba y la pólvora terminó regresando a las filas blancas con 20 minutos que fueron un vendaval de goles, justo cuando el Basilea estaba amenzando con el empate y mostrando las carencias de los locales en el centro del campo.

Tras varios avisos, Modric sirvió el balón para que Bale desbordara a todos y, de vaselina, marcase a puerta vacía. El galés se gustó y justo después asistió, de luejo, a Cristiano Ronaldo, pichichi europeo la pasada campaña y, con 69 goles, ya a un paso de convertirse en el máximo artillero de la historia de la Liga de Campeones, honor que sigue en las botas de Raúl.

Superará ese récord, y muestra de que no tiene prisa es que cedió la siguiente ocasión de gol a Benzema, que chutó abajo pero se topó con la parada de Vaclik, aunque ahí estuvo listo James para coger su rechace y marcar. Con tanto acierto en ataque, se relajó la defensa y el Basilea marcó el tanto del honor en un contragolpe culminado por González. Poco podía hacer Casillas, pero fue suficiente para que, incluso en plena goleada, regresaran los silbidos de sus críticos.

Pero Europa es otra historia. E Iker tuvo la oportunidad de resarcirse con una mano salvadora en el minuto 67, cuando Varane, recién salido al terreno de juego, falló y dejó sólo a González en el mano a mano. Su nombre volvió a corearse en el Bernabéu. Ahora les tocaba sacar pecho a sus partidarios.

Poca historia tuvo la segunda parte, con los blancos ya relajados. Unos pudieron aumentar la goleada y otros maquillar el marcador. El poste evitó el segundo suizo, en disparo de Schär. En cambio, el partido permitió otra reconciliación: con Benzema. Cristiano le sirvió el balón y, con un zurdazo, el francés puso fin a su sequia. El Bernabéu le despidió con aplausos al ser sustituido por Chicharito. El debur del mexicano fue la última gran noticia de la una noche que cura algunas de las heridas del Real Madrid. Habrá que ver si siguen cicatrizando en el próximo partido de Liga.