Si Ancelotti todavía no sabe cómo jugar en el Camp Nou este sábado solo debe repasar los dos últimos partidos del Barcelona. De nuevo, al igual que ante Osasuna, el equipo de Martino gozó de la posesión pero no la tradujo en ocasiones claras. Pudo ganar aunque también pudo perder. Robinho y Muntari perdonaron ante Valdés cuando el Barcelona estaba volcado ante Amelia.
Tata Martino sabe que tiene que resolver la ecuación posesión-goles. La temporada pasada el equipo murió en Europa preso de esta circunstancia y ante Milan y Osasuna reprodujo esas dudas que martilleó el Bayern la temporada pasada.
El otro problema es apuntalar la defensa. Hasta que Piqué no recupere la forma y con la incógnita de Puyol, regresa de una grave lesión, el Barcelona sigue sufriendo cuando atacan la espalda de su zaga. Robinho y Kaká se bastaron para crear múltiples problemas en la primera parte.
El primer gol llegó por ahí. Mascherano entregó mal a Piqué, exigido por la presión del equipo de Allegri, Robinho robó y armó el lío. Kaká le doblo por la izquierda, un tuya-mía y definición precisa ante Valdés.
El gol pareció aclarar las ideas del Barcelona, empeñado en atacar por el centro en el inicio. Messi comenzó a entrar por la banda derecha y las ocasiones comenzaron a llegar. El argentino avisó una vez ante Amelia antes de cantar bingo.Un error en la circulación del Milan supuso el empate.
Iniesta robó en el centro del campo y metió un pase preciso a la carrera de Messi. Éste pareció dormir el balón al entrar al área pero no falló.De ahí al descanso se vio al mejor Barcelona. Neymar apareció con un par de disparos, Alexis no acertó en un remate de primeras y Zapata evitóel que probablemente hubiera sido el segundo gol de Messi.
Tras el paso por vestuarios, el Milan trató de volver al plan inicial y a punto estuvo de conseguirlo. Una cabalgada de Muntari por la izquierda estuvo cerca de acabar en tragedia. Si no lo hizo fue por la torpeza de Robinho, que no controló un balón clarísimo ante Valdés.
Iniesta replicó con uno de los pocos desmarques que ensayó el Barcelona, pero se resbaló cuando remataba ante Amelia. Con el paso de los minutos los dos equipos parecieron conformarse con el resultado, aunque ninguno renunció a sus armas en ataque.
Allegri y Martino oxigenaron a sus respectivos equipos, pero el resultado no cambió. El Barcelona se fue de Milan con un empate que le mantiene líder pero no despeja las dudas que surgieron hace tres días en Pamplona. Martino cuenta con cuatro días para resolverlas.