El Real Madrid ordenó la venta de James Rodríguez el pasado verano, pero no pudo llevarse a cabo. El club blanco pactó su traspaso con el Inter de Milán, pero se encontraron con la negativa del jugador, que fue el que se negó a marcharse de Madrid, según informa 'La Gazzetta dello Sport'.
El grupo chino Nanjing, actual dueño del equipo italiano, se hizo con buenos refuerzos en verano como Joao Mario, Candreva, Banega y Gabigol y estaba dispuesto a pagar 85 millones de euros por James, cinco más de los que pagó el Real Madrid por el colombiano al Mónaco.
Esta cifra que convenció al club blanco para realizar la transacción en el último día de mercado de fichajes, pero fue el colombiano el que frenó la venta con el objetivo de triunfar en Madrid pese al descontento de Zinedine Zidane al finalizar la pasada temporada.
El propio jugador confimó tras el partido contra el Espanyol que tuvo una oferta del Inter: "Me quisieron, pero yo tenía claro que quería quedarme".