Jornada 15 | REAL SOCIEDAD 1 - 2 VALLADOLID

Los errores penalizan a la Real ante un Valladolid efectivo

La Real Sociedad mereció algo más que su derrota ante un buen Valladolid que se benefició de dos errores, de Asier Illarramendi y Miguel Ángel Moyá, para apear otra vez a los realistas de su sueño europeo.

ondacero.es

Madrid |

Antoñito celebra su gol contra la Real Sociedad | Efe

La afición local estaba muy animada de cara a este partido, veía por fin a una Real resolutiva y triunfadora en Anoeta en los dos últimos encuentros y enfrente estaba un Valladolid con muchas dudas en el último mes por los malos resultados.

El equipo pucelano dio, sin embargo, una imagen totalmente opuesta a lo que se esperaba, dominador y ofensivo desde el pitido inicial, rozó ya el gol con Plano, remate que evitaría Moyá con acierto, algo que no pudo exhibir en la jugada que terminó en el gol que sí subió al marcador de Toni Villa.

El delantero murciano se aprovechó de un error de Illarramendi para hacerse con un balón que no estaba en principio predestinado para él y que remató con dureza para hacer imposible la oposición de Moyá, al que le entró el esférico como un cohete en su portería.

La Real no despertó hasta pasada la primera media hora de juego cuando tuvo su gran ocasión para el empate en una habilitación de Theo a Willian que se encontró con la figura de Masip, el balón salió rebotado para Juanmi pero con todo a su favor remató con la rodilla y el Valladolid se salvó de milagro.

El once castellano no se descompuso y volvió a llevar un peligro enorme para la Real en otra escapada y remate de Keko que, esta vez, sí pudo evitar con una gran intervención el guardameta Moya. La Real pedía a gritos el descanso porque Garitano no estaba nada contento, de hecho había puesto a calentar mediada la primera mitad a Sandro para utilizarlo en el segundo tiempo por un desaparecido Juanmi.

Sandro mejoró el ataque local, más con su amenaza de remate que con su precisión, el Valladolid comenzó a valorar el botín que tenía y cedió el control del encuentro a los vascos. El hombre gol de los blanquiazules, el brasileño Willian, no está afortunado y ha perdido hasta el momento su estrella como acreditó en un balón que le envió Theo y que sólo tenía que empujar bajo palos, pero se le escapó cuando parecía hecho el empate.

Valladolid acto seguido dio el mazazo definitivo en el 52 tras una pillería de Antoñito, que se llevó el balón tras una salida en falso de Moyá y marcó un gran gol ante una Real rota. Revivieron los guipuzcoanos a media hora para el final con el gol de Oyarzabal que aprovechó una asistencia del francés Le Normand, el mejor de los suyos en este partido.

Valladolid aguantó los embates de su rival, tuvo opciones para haber marcado y también para haber encajado en los desesperados ataques finales txuri urdin, sobre todo el de Jon Bautista, que no tendrían ninguna recompensa.