Las de Javier Lerga dominaron desde el inicio con la pelota como estandarte, un 77 % de posesión frente al 23 % de las transalpinas, aunque el muro italiano, sólido y bien organizado, no se dejó abrir con facilidad. La banda izquierda fue el principal foco de peligro para las vigentes campeonas, con una brillante Aiara Aguirrezabala desplegando velocidad y desborde, asociándose con Pau Comendador para generar las mejores opciones. Precisamente Pau firmó la llegada más clara antes del descanso, al filo del minuto 42, tras un nuevo desborde por la izquierda. Pero el esfuerzo de la defensa italiana, y especialmente de su portera Mustafic, mantuvo el cero en su portería con intervenciones de mérito.
El ingreso de Daniela Agote tras el descanso agitó el ataque español. En el minuto 46, su primer centro rozó el gol en un remate de Pau que no encontró puerta por centímetros. Con el partido entrando en una fase más física, Italia ganó metros y llegó a inquietar a la zaga roja, aunque sin acierto. El técnico italiano, Nicola Matteucci, decidió retirar a Marta Zamboni, su jugadora más incisiva, lo que coincidió con una nueva ofensiva española. Mustafic mantuvo con vida a las italianas durante los noventa minutos reglamentarios, obligando a España a resolver en la prórroga. Y fue entonces, apenas comenzada, cuando llegó el momento decisivo.
En el minuto 91, una falta sobre Agote en el costado izquierdo del área provocó la amonestación de Lombardi. De esa acción se abrió la puerta al gol: Cris Librán colgó el balón, Serrajordi lo peinó en el primer palo, e Irune Dorado, que debutó este curso con el Real Madrid, atenta en el segundo poste, empujó con precisión. Y por si había dudas, España siguió presionando para entonces enchufar el segundo tanto. La portera transalpina detuvo un disparo de Pau que, posteriormente, cayó a los pies de Agote. La jugadora controló el balón con calma para rematar desviado por una defensa.
La selección española sub-19, que ya suma seis campeonatos en la categoría, los mismos que Alemania, buscará ahora la gloria absoluta: levantar su séptima corona y batir un récord con una cuarta consecutiva. Para conservar su trono, La Roja tendrá que superar a Francia en la final, quien ganó este martes a Portugal, tras la prórroga, por 4-3. Las francesas, que habían tomado una ventaja de dos goles en los primeros quince minutos de encuentro, se dejaron empatar en el minuto 74 (2-2). Y, aunque en la prórroga recuperaron la renta (3-2, min.92), las portuguesas reaccionaron y volvieron a igualar la contienda, que finalmente se cerró con el cuarto tanto de Francia desde el punto de penalti (4-3, min.113). El combinado de Philippe Joly es el tercero más laureado de la competición continental, con cinco títulos, aunque el último lo logró hace seis años.
