El Genk plasmó su victoria con tantos del checo Jacub Brabec, en el minuto 40 aprovechando un rechace de Iago Herrerín a disparo del jamaicano Leon Bailey, y el nigeriano Wilfred Ndidi, en el 83, con un impresionante tiro desde la frontal incontestable para el meta bilbaíno.
A pesar de esos dos goles, Herrerín fue de lo mejor de su equipo junto al trabajo defensivo de Yeray Álvarez, el joven central canterano que completó el cupo de desgracias bilbaínas al lesionarse en un tobillo en una jugada en la parte final del choque que dejó al Athletic en inferioridad.
En una noche parecida a la negra de hace unas semanas ante el Sassuolo, en la que el Athletic cayó en Italia por 3-0, Aritz Aduriz gozó de dos buenas ocasiones para adelantar a su equipo aún con el 0-0 en el marcador. Pero al ariete internacional le faltó la clarividencia que acostumbra en las jugadas peligrosas para la meta rival.
Comenzó mejor el Genk, comandado por el sevillano Pozuelo, que enganchó varios pases peligrosos que pusieron en apuros a la defensa bilbaína. Especialmente uno en el minuto 3 a Buffel que cortó Iago, muy rápido y acertado en la lectura del juego.
Aunque el que estuvo cerca de marcar fue el Athletic en dos ocasiones de Aduriz en las que el ariete internacional erró como no suele hacerlo en los minutos 13 y 21.
En la primera, se le fue alta una vaselina ante Bizot en la que se le echó encima el meta holandés después de bajar perfecto un balón largo de San José desde campo propio.
En la segunda, Aduriz se quedó en fuera de juego para rematar a puerta vacía un pase de Williams que hubiese validado a nada que hubiese atrasado su posición unos centímetros en una jugada sin nadie alrededor y solo dentro del área.
Volvió a cambiar el encuentro y un grave error en el despeje de Laporte no fue aprovechado por Susic, que remató al lateral de la red un balón franco.
Tras un cabezazo alto de Raúl a saque de córner, siguió insistiendo el Genk, que marcó el primer tanto a poco del descanso y después de un par de minutos de asedio sobre el área visitante.
Fue en una acción que nació de la falta de contundencia de Lekue al borde del área y en la que el central Brabec aprovechó el rechace de Iago a disparo de Bailey ya dentro del área.
No mejoró el Athletic en la segunda mitad, en la que Karelis desaprovechó la primera llegada importante de su equipo y Iago evitó el 2-0 en el minuto 68 con un impresionante paradón, abajo, a disparo de Pozuelo con muchas opciones desde la frontal.
En medio, Aduriz se jugó la roja en una acción con Buffel, y después un par de disparos de San José y Susaeta en los minutos 76 y 81, enmarcados en una posesión sin mayor peligro de los hoy de verde, lamieron los palos de un Bizot que no tuvo que intervenir.
Poco después Ndidi certificó desde el borde del área Iago que no era la noche del Athletic marcando un golazo con un durísimo disparo ante el que no pudo hacer nada el valiente meta vizcaíno.
Y una lesión posterior de Yeray, el mejor de su equipo sin ninguna duda, al salir al cruce ante Bailey, fue la guinda de una jornada negra del Athletic.
El 3-0 estuvo a punto de subir al marcador en el Luminuz Arena en una jugada de Bailey cuyo disparo repelió Iago, y en una contra final del Genk ya en el tiempo añadido.
Aunque también pudo llegar el 2-1 en la prolongación en sendos cabezazos de Elustondo y Raúl García que despejó Bizot con dificultades. No llegó y el 2-0 final de hoy le complica sobremanera el futuro europeo al Athletic.