A Portugal se le achaca la invasión de campo de un aficionado que saltó durante la prórroga al terreno de juego para abrazar a Ronaldo y el encendido de bengalas.
A la Federación Polaca, que también encendiesen bengalas sus seguidores, que provocasen disturbios en las gradas, lo que obligó a intervenir a la policía antidisturbios al comienzo de la segunda parte de la prórroga, y que empezase más tarde el encuentro.
Ambos casos serán tratados por la Comisión de Ética, Control y Disciplina de la UEFA el próximo 21 de julio, once días después de que concluya la Eurocopa.